¿Ahora me ves? |Ziam|

Capítulo Veintinueve

—Tío Lou, ¿por qué no has ido a visitarme más?

Conduciendo el auto en dirección a casa de sus padres, Zayn escuchó con atención la charla de Louis y Max en los asientos traseros. Su hijo había gritado de la emoción cuando habían pasado por el castaño a su casa, la sonrisita brillante de alegría no se había borrado ni por un momento mientras miraba a su tío en espera de una respuesta.

—La bruj...

—Louis —siseó, dandole una mirada de advertencia al chico a través del espejo retrovisor.

Aclarandose la garganta, Louis volvió a intentarlo—. Tu bonita hermana guarda cierto sentimiento negativo hacia mi persona, por lo cual, me prohibió traspasar los limites geograficos que encierran su territorio.

Zayn rodó los ojos mientras Liam mascullaba—. Imbecil —desde el asiento del acompañante.

—Está bien... creo —Max parpadeo antes de sonreir, inclinandose hacia el cuerpo de Louis como un gatito en busca de mimos—. Te extrañé, tío Lou.

—Oww, yo también te extrañé, pequeño productor de caries. —lo abrazó apretadamente contra su lado, logrando que Max se quejara.

—¡No puedo respirar!

—Te asfixiaré con amor. —bromeo.

—¡Papi, tío Lou quiere matarme! —lloriqueo.

El moreno suspiró—. Louis, dejalo o te tiro del auto, cumpleañero o no.

—Ni que pudieras conmigo, flacucho.

—Él no, pero yo sí —Liam lo fulminó con la mirada entre los asientos—. Sueltalo.

Louis bufó—. ¿Desde cuando eres su padre?

—No le hables así a papá Liam. —Max chilló, mirando mal al castaño y logrando que Zayn pisara el freno repentinamente, enviando a todos hacia adelante.

Su voz fue baja cuando habló—. ¿Que dijiste, cariño?

—No me gusta que tío Lou le hable así a papá.

La mirada del moreno fue directa hacia su copiloto, sus ojos brillando con ira—. ¿Liam...?

—No es el momento, no frente a él —el castaño susurró con calma—. Solo voy a decir, que no fui yo quién pidió el titulo.

Mirandolo por un largo momento, el moreno suspiró y puso el auto nuevamente en movimiento mientras mascullaba—. Hablaremos de esto luego.

Liam asintió en acuerdo, dedicandole una sonrisa dulce a Max entre los asientos que el pequeño no dudó en devolver. No podía hacer mucho por el enojo de Zayn ahora, él chico seguramente se encargaría de cantarle sus verdades más tarde, por ahora lo que quería era tranquilizar al pequeño y ese simple gesto le había dicho que lo había logrado.

Zayn estacionó el auto frente a la casa de los Malik unos quince minutos después, apagando el motor y bajando para desprender el cinturón de seguridad de Max, quién saltó sobre sus pies en cuanto logró llegar al suelo, aferrandose a la mano del moreno. La casa era un gran bullicio cuando entraron, las mellizas reian, la señora Malik rezongaba mientras su esposo se reía de la suerte de quién era el blanco de su ira.

Mirando alrededor, Liam miró brevemente lo que sucedía antes de bajar la mirada hacia Max, percatandose del grado de nerviosismo del pequeño. Sus ojitos grises estaban amplios mientras miraba alrededor, como si controlara que nadie fuese a saltar y asustarlo. Cuando Lena gritó algo desde la sala que Liam no entendió, Max soltó un sonidito asustado y se escondió detrás de las piernas de Zayn, su pequeño rostro enterrado en la tela.