¿Ahora me ves? |Ziam|

Capítulo Treinta y Cinco

Bebiendo un trago de su té, Zayn dibujó un par de líneas más sobre el pálido papel, comenzando a darle forma al bosquejo que estaba creando, antes de arrojar una mirada hacia el otro lado de la mesa donde Liam seguía devorando una insalubre hamburguesa llena de aceite. Habían decidido almorzar fuera, ya que Zayn no tenía un gran talento para la gastronomía y Liam no tenía ganas de cocinar. Ahora, mirando el panorama, Zayn se arrepentía de haber planteado el ir fuera.

Deteniendo el lápiz, lo giró entre sus dedos para evitar manchar la hoja en su distracción y miró a Liam—. ¿Como se supone que pueda comer con tranquilidad cuando tengo que verte a ti tragando ese... infarto en proceso como si nada?

Liam se detuvo en su acción y alejó la hamburguesa, tragando lo que quedaba en su boca—. ¿Que problema tienes con mi comida?

—Si te gusta comer aceite, tengo una botella entera en casa.

—No tiene tanto aceite —se limpió las manos en una servilleta, rodando los ojos cuando Zayn le lanzó un par más con apuro—. No hagas un drama.

—Liam, una linea de aceite esta corriendo por tu barbilla en este momento, no me trates como un dramatico cuando ambos sabemos que tengo razón.

El castaño le dedicó una mirada incredula, aunque de igual manera pasó una servilleta por el lugar señalado—. ¿En que tienes razón exactamente?

—Tus habitos alimenticios son un asco.

—¿Acaso los tuyos son mejores?

Bajando la mirada, Zayn observó su taza de té y su porción de tarta de queso antes de volver a Liam—. Al menos mi comida no me dará dolor de estomago en un par de horas.

—Siempre almuerzo esto, no me va a hacer nada. —aseguró.

Antes de que pudiese recuperar su hamburguesa, los huesudos dedos del moreno golpearon la parte superior de su mano—. Detente, no puedo seguir viendote comer eso.

—¿Quieres que vaya a una mesa fuera a comer?

—No, quiero que te detengas y pidas algo más sano, esto le hace mal a tu salud —miró la comida en el plato como si fuese algún animal muerto abierto por la mitad.

Con una expresión incredula, Liam se detuvo—. Ironico que quien lo diga tenga problemas con el cigarrillo y se niegue a admitirlos.

—Yo no tengo problemas con el cigarrillo.

—Entonces, yo no tengo problemas con mi alimentación.

Tomó la hamburguesa nuevamente para seguir comiendo, pero Zayn fue más rápido y palmeo su mano, logrando que la soltara de nuevo—. Deja eso, basta. —pidió con una mueca de asco—. Hagamos un trato.

—¿Un trato?

—Si —arrojó un par de servilletas más para que el castaño limpiara sus dedos sucios—. Tu dejas de comer este tipo de insalubres almuerzos y yo...

—No es insalubre.

—Yo dejaré de fumar. —siguió, ignorandolo totalmente.

Eso logró interesar a Liam—. ¿Estarías dispuesto a dejar de fumar?

—No lo digas como si fuese algo imposible, estoy seguro de que yo puedo dejar de fumar más fácil de lo que tu puedes detenerte de comer estos almuerzos.

—¿Me estas desafiando, pequeño?

Una oscura ceja se elevó—. ¿Aceptas el desafio, Oso?

Sonriendo, Liam tomó la hamburguesa y las demás cosas que no había comido y las arrojó en un cubo de basura cercano—. Ahora tu, Zee.