¿Ahora me ves? |Ziam|

Capítulo Cuarenta y Nueve

—Necesitas dejarlo ir, Zee.

La punta del lápiz que se quebró bajo el peso que puso en él al escuchar aquellas palabras. Separando el grafo del papel, sopló las pequeñas virutas celestes que habían quedado sobre el mismo e hizo una mueca al ver la marca oscura que había quedado en el centro del ojo de su retrato.

Bueno, ahora oficialmente lo había arruinado.

—¿Zee?

—¿Podemos hablar de otra cosa? —pidió mientras pasaba la hoja y alisaba su mano sobre el limpio y pálido papel que apareció a su vista—. ¿Que tal fue tu cita?

—No quiero cambiar de tema y mucho menos hablar de mi desastrozo intento de tener una relación —Louis pateo con suavidad su pie sano, llamando su atención. Había preocupación en sus ojos celestes cuando arqueó las cejas en su dirección—. ¿Que fue lo que sucedió para que cambiaras de opinión?

Un suspiro cansado rompió sus labios, liberandose—. Ya te lo dije, Liam pasó toda su herencia a nombre de Max, ya no tengo porque estar enojado.

—Ahora, dime la verdad.

—Louis...

El castaño negó suavemente con la cabeza—. Te conozco mejor que a mi mismo y sé, que algo esta sucediendo en tu pequeña mente para que hayas dado el brazo a torcer tan rápido.

—Festejaré el día en que dejes de forzarme a hablar de mis problemas personales, y los dejes de ese modo, personales.

—Ese día esta muy lejos de suceder. —otro pequeño golpe cuando el moreno intentó volver a dibujar—. ¿Has hablado con Liam sobre tus inseguridades?

—No tengo inseguridades.

Louis rodó los ojos—. Por supuesto, y yo soy pelirrojo. 

—Tampoco te quedaría mal ese color.

—Deja de intentarlo, no cambiaremos de tema.

Suspirando, Zayn bajó el lápiz y miró a su amigo—. Solo... solo estoy cansado, Louis —admitió—. Estoy harto de correr en circulos, siempre volviendo al mismo punto donde soy un lío de pensamientos contradictorios y no me permito ser feliz. Por esta vez, quiero confiar en mi instinto totalmente y al menos intentarlo, ¿acaso esta mal?

—No, no esta mal —negó con suavidad—. Pero te conozco y sé que te estas aferrando a un poco de esa testarudez con la que naciste.

—¿Que quieres decir?

—Si vas a hacer esto, quiero que lo hagas bien, Zee —pidió—. Si vas a confiar en tu instinto, entonces deja de desconfiar de todo.

—No estoy...

—¿Me vas a decir que no estas a la espera de que Liam te haga daño nuevamente? —elevó una ceja—. ¿O que no crees que sigue viendo a tu hermano en ti? O, no lo sé, ¿que se irá y te dejará por el primer tipo que se cruce frente a él y le muestre interés?

Los labios de Zayn se apretaron tanto que el rosa natural de los mismos desapareció—. Odio cuando haces eso.

—¿Que? —interrogó—. ¿Leerte facilmente? Eres tan basico, Zee, que me asombra que Liam no se haya percatado de lo fácil que es sacarte información y encontrar la manera de hacerte feliz.

—Lou...

—Debes dejar ir tus inseguridades, dejalas —pidió—. Permitele demostrarte que en verdad te quiere a ti y solo a ti, que no es un juego para él. Deja de dudar de cada uno de sus movimientos, porque sé que buscas segundas intenciones cada vez que hace algo, debes detenerte.