Capítulo Diez

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Si las miradas mataran, para ese momento Liam habría estado en el suelo, desagrandose con agujas en los ojos y la falta de su amigo fiel que se escondía bajo su cintura. Las sucias miradas que Zayn estaba enviando en su dirección, le decían que con seguridad, no había ganado el cariño del chico nuevamente, pero tampoco había esperado que fuese tan fácil. Esperaba una lucha y el moreno se la estaba dando, lo cual era genial, porque aunque sonara un poco masoquista, amaba los desafios.

Si solo Zayn dejase de crear una muerte dolorosa para él en su mente y se concentrara más en conducir, las cosas serían grandiosas.

—Deja de mirarme con esa expresión de asesino serial y concentrate en conducir —siseó, acomodandose mejor en su asiento.

Zayn soltó un murmullo lleno de insultos, mirando brevemente hacia la carretera antes de volver a verlo—. No te preocupes, sé lo que hago. —gruñó, esquivando un auto con maestría antes de volver a conducir recto—. Puedo no soportarte ahora, pero aprecio demasiado mi vida como para perderla solo por librarme de tu presencia.

—¿Esa es una frase que debía tranquilizarme?

—No, es una frase que debería lograr que dejes de fastidiarme. —moviendo la palanca de cambios, subió la velocidad al tiempo que golpeaba el volante a un lado, cambiando de carril rápidamente para rebasar al auto frente a ellos antes de volver a su lugar. Todo sucedió tan rápido que Liam ni siquiera pudo formular una queja ante el movimiento sorpresivo.

—¿Por qué rayos hiciste eso? —cuestionó un momento después.

El moreno se encogió de hombros con facilidad—. Iba muy lento, estaba cansado de ver sus luces traseras.

Liam lo miró incredulo—. ¿Y para ti esa es razón suficiente para cambiarte de carril de esa manera?

—Si.

—¿Que pasa si otro auto hubiese venido en sentido contrario?

Zayn rodó los ojos—. No venía ninguno.

—Ni siquiera miraste, ¡no lo sabías antes de hacer el movimiento!

—En el caso de que hubiese venido algo, habriamos tenido un accidente, solo eso —le dedicó una mirada de obviedad—. ¿Desde cuando eres inspector de transito?

La sensación de deja vú no se le pasó por alto cuando replicó:— ¡Desde que yo voy dentro del auto infractor!

—Jesús, no actues como si nunca te hubiesen dado una multa.

—Nunca me pusieron una multa —frunció el ceño.

—Es imposible que nunca... —lo miró un segundo antes de sacudir la cabeza—. Dejalo, siendo tu, seguramente jamás has obtenido una.

—¿Que quieres decir?

Miró por la ventanilla por un momento—. Nada.

—No seas un cobarde, solo dime lo que quisiste decir.

Cansado, el moreno le dedicó una mirada fastidiada—. Vamos, ¿es que nunca te has dado cuenta? Tienes un palo tan profundamente metido en el culo que ni un arqueologo podría recuperarlo. Eres un estirado que sigue las reglas al pie de la letra y pretende que los demás también lo hagan, llegarás a viejo siendo gris y aburrido sin ninguna anecdota interesante para contarle a tus nietos.

—¡Eso no es verdad!

—"Zayn, no te rapes el cabello, te arrepentiras", "Zayn, no bebas, podrías convertirte en un alcoholico antes de darte cuenta", "Zayn, no lleves animales que encuentras en la calle a tu casa y mucho menos te acuestes con ellos, podrían tener alguna enfermedad" —repitió con voz tonta—. ¿Te suenan de algún lugar?

—Tenía razón en la última. —dijo con terquedad.

—Encontré a Lady en al calle hace dos años —replicó—. Intentó robarme un trozo de sandwich de la mano. Estaba flaca y llena de parasitos , tanto que daba lastima. Alguien había cortado sus orejas y estaban infectandose, su pata trasera izquierda estaba quebrada y tiesa, nunca recuperó la movilidad completa y por eso choca con todo cuando se apresura o esta emocionada. —lo miró—. Y es mi mejor amiga, así que no, no tenías razón.

Bien aleccionado, Liam se mantuvo en silencio por un momento antes de que el moreno hiciera un nuevo movimiento sorpresivo, logrando que se sobresaltara.

—¿¡Puedes dejar de hacer eso!?

—Deja de ser una nenita llorona, sé lo que estoy haciendo. —gruñó. 

—¡Vas a matarnos!

Con una expresión fastidiada, el moreno llevó el auto a un lado de la carretera, apagó el motor y bajó, cerrando detrás de si con fuerza. Confundido, Liam desprendió su cinturón de seguridad y lo siguió, viendo al moreno apoyar su espalda a un lado del automovil y sacar una caja de cigarrillos, recuperando uno antes de llevarlo a sus labios.

—¿Desde cuando fumas?

—¿Que te importa? —replicó con facilidad, se notaba que era una frase que decía mucho.

Se acercó—. Me importa, sino, no estaria preguntandote.

Soltó un sonido claramente molesto mientras palmeaba su ropa, seguramente en busca de algo para encenderlo—. Empecé hace como dos años, tal vez más, ¿contento?

—No, no estoy contento —quitó el cilindro blanco de sus labios, lo partió entre sus dedos antes de arrojarlo lejos, justo bajo la disgustada mirada de menor—. Dejarás ese habito asqueroso justo ahora.

Los labios del moreno se abrieron sutilmente ante la sorpresa antes de que su ceño se frunciera—. Jodete. —sacó la caja para tomar otro, pero Liam fue más rápido y se la quito de la mano, apretandola entre sus dedos con fuerza antes de arojarla lejos—. ¿¡Que mierda!? ¡No puedes hacer eso!

—Puedo y lo hago, desde hoy estas dejando cualquier habito estupido que perjudique tu salud.

Claramente enojado, el moreno avanzó hacia él—. ¿Quien mierda te crees que eres? No puedes decirme que debo hacer y que no, soy mayor de edad y tengo derecho a decidir sobre mi vida, ¡tu no eres nadie para darme ordenes!

—Lo que eres, es un pequeño mocoso malcriado que necesita ser aleccionado —con un fácil movimiento, lo apretó contra el auto—. Estas bajo mi cargo ahora y harás lo que yo te diga.

—Pudrete, eres un maldito imbecil. —forcejeó para intentar liberarse.

Teniendo la experiencia anterior, Zayn se dio cuenta con facilidad que no podría liberarse a menos que Liam decidiera soltarlo, por lo que solo decidió dedicarle una mala mirada al castaño. Lastima que fue contraproducente, porque por una extraña razón que no entendía, esa mirada aceleró un poco el corazón del mayor, confundiendolo completamente.

Maldición, era Zayn, era un bebé, ¿¡por qué mierda su corazón se aceleraba con una mirada enojada de esos bonitos ojos ámbar!? 

¿Ahora me ves? |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora