Capítulo Uno

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Seis años despues...

Con un suspiro frustrado, Liam subió los escabrosos escalones de la vieja escalera chirriante hasta el tercer piso y caminó por el estrecho pasillo con Niall pisandole los talones. A tres puertas de distancia podía escuchar el gran revuelo de gritos y cosas siendo arrojadas a través de las habitaciones y chocando contra las paredes del pequeño departamente. Era la tercera vez este mes en que escuchaba la misma combinación de sonidos y solo se volvía más desagradable cada vez.

Deteniendose frente a la puerta, puso una mano sobre el arma en su cintura antes de golpear sus nudillos contra la vieja madera desgastada. Trozos de pintura verde palido quedaron prendidas de su piel cuando apartó la mano. El resto del lugar no estaba mejor, podía ver varias que la alfombra que decoraba el pasillo estaba rota en varios lugares y que el empapelado de flores comenzaba a caer de las paredes gracias al desgaste del mismo.

La puerta se abrió, dejando ver a un grotesco hombre de largo cabello grasoso y panza cervecera de pie allí. Quitando el cigarrillo de sus labios, gruñó:— ¿Ahora que quieren?

—Los vecinos estan quejandose del alto nivel de ruido proveniente de este departamento... de nuevo.

El tipo puso mala cara—. ¿Yo que culpa tengo de haberme casado con la prima lejana del Gallo Claudio?

—¡Mi madre tenía razón, no debí haberme casado contigo, imbecil!

—¡Cierra la boca de una vez, mujer, los vecinos se estan comenzando a quejar!

Y allí iban...

—No me mandes a callar, tú, pedazo de humanidad inservible.

—Mira quien habla, araña de cuadro, lo único que haces es críar culo en ese sofá —gritó de vuelta—. Y para tu información, el tapizado que elegiste es horrible.

—¡Habló el que abrió la puerta en boxers de manzanitas!

Liam rodó los ojos mientras escuchaba a Niall reír detrás de él. Cada vez que eran llamados aquí, tenían que ser testigos de lo mismo.

—Al menos no uso esos estampados de animales que te hacen lucir como si hubieses escapado de un zoologico.

—¡Dijiste que me veía bonita!

—Tambien te dije que quería a tu madre y adivina, ¡la odio!

—¡Eres un mentiroso!

—¡Y tu una maldita loca!

Cindy apareció por el pasillo, ajustada en un pequeño vestido y le sonrió a Liam—. Buenos noches, oficial Payne —miró a Niall—. Oficial Horan.

—¿Como estas, Cindy —Liam preguntó.

—Estoy perfectamente, aunque estaría mejor si pudiesen llevarselo por al menos una noche. —¡Ya me extrañarías si me fuera!

—Intentalo y yo te aviso si te extraño o no.

—¡Callate de una vez, mujer!

—¡Callate tu, imbecil! —algo voló por el aire y se estrelló en la espalda del tipo antes de que ña figura de excesivas curvas se alejara pisando fuerte. El hombre se giró hacia Liam y le sonrió—. ¿Ya vez? Todo solucionado.

Niall se carcajeo más fuerte—. Ustedes son lo mejor de mi trabajo.

—Gracias, estamos aquí todas las semanas a la misma hora, puedes venir a presenciar esto cuando lo desees.

Liam cortó la respuesta de Niall cuando llevó su brazo hacia atrás y lo golpeo en el estomago—. No le des cuerda, ¿quieres?

—Oh, vamos, oficial Payne, ¿acaso siempre tiene que ser tan amargado?

¿Ahora me ves? |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora