Capítulo Doce

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Tomando el color naranja, Zayn lo pasó distraidamente por la hoja, difuminando con cuidado sobre la base de colores que había colocado mientras en su mente intentaba producir el dibujo una vez terminado. No le era realmente dificil hacer un buen retrato o un simple dibujo que fuese visualmente atractivo cuando estaba inspirado. Generalmente, las emociones fuertes lo empujaban en esa dirección, obligandolo a liberarse del estrés a través de un lápiz y una hoja de papel.

Él estaba hecho un lío ahora.

Sus emociones contradictorias lo habían llevado a romper dos hojas y varias puntas de sus lapices. Tenía la sensación de que el maldito dibujo no sería terminado, no podía concentrarse totalmente y a la misma vez, no lograba despegarse del proyecto en curso por miedo de que su mente revoloteara hacia el lugar equivocado.

La punta del color en su mano hizo un feo sonido de quiebre cuando lo afirmó con un poco de demasiada fuerza sobre el papel, trozos de colores se esparcieron sobre la hoja logrando irritarlo. Soplando el polvo, limpió lo mejor que pudo antes de suspirar profundamente, intentando calmarse.

—¿A que se debe tan profundo suspiro? —una baja voz ronca preguntó, acompañada de pasos acercandose a donde se encontraba—. ¿Acaso el amor a llegado a tu puerta, mon petit?

Sin levantar la mirada de lo que hacia, Zayn podía decir con facilidad de quién se trataba—. Si — respondió con pereza—. Pegó una carta de suicidio en mi puerta antes de darse un tiro certero en las escaleras de entrada.

Harry arrastró una silla que estaba cerca a donde el moreno se encontraba, volteandola antes de dejarse caer sobre la misma y apoyar los antebrazos en el respaldo—. ¿Por qué tanto mal humor? La nube gris que te rodea llega hasta la zona de artes dramaticos.

—¿Será que nadie te ha dicho que no debes correr tras de un huracán por más que sea pequeño?

—La tormenta no es tan fuerte si aún me estas hablando —el rizado sonrió—. ¿Quieres decirme que te pasa?

Encontrando su sacapuntas, Zayn finalmente lo miró, admirando los divertidos ojos verdes del otro y la forma en que la palidez de su rostro y sus rizos chocolate formaban una imagen perfecta. Harry era muy atractivo, esa era una de las principales razones por las que estaba estudiando para ser actor, él daba la talla. Se habían conocido cuando el rizado se había ofrecido a ser modelo para la clase de Zayn, hacia poco más de un año atrás, no eran los mejores amigos, pero la pasaban bien juntos y eso era suficiente para ambos.

Sacandole punta a su lapiz, se volteo hacia su dibujo y lo examinó por un breve instante antes de levantarlo y enseñarselo al otro—. ¿Que crees?

Los ojos verdes examinaron la hoja—. Impresionante, como siempre.

—Como siempre —repitió, frunciendo el ceño antes de arrancar la hoja y aventarla hacia la papelera cercana.

—Hey, ¿por qué rayos hiciste eso?

Rodó los ojos hacia la expresión de confusión que estaba recibiendo—. Dijiste "como siempre", ningún artista que se respete quiere escuchar eso. Se supone que debe ser mejor al anterior, no como todos los demás. —tomó otra hoja y comenzó de nuevo—. Aprende para la próxima vez que alguien te pregunte.

—Debería haber aprendido ya, pero tu eres dificil de comprender.

—Habló el histerico.

La boca de Harry se abrió con indignación—. Yo no soy histerico.

—Por supuesto que no... solo eres bipolar e insoportable.

—¿Sabes? Vine aquí a darte un poco de apoyo moral, pero creo que cuando salga, seré yo quién lo necesite.

¿Ahora me ves? |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora