¿Ahora me ves? |Ziam|

Capítulo Diecinueve

—Zaynie, bebé, ¿quieres que te preparé un té con miel para aliviar tu garganta?

Deteniendose en la puerta de la cocina, Liam escondió una sonrisa al ver el rostro del moreno transformarse en una mascara de ira. Era tan malditamente fácil sacarlo de quicio que el no podía evitar intentarlo, no era como si lo estuviese haciendo de todos modos. Ver esa expresión de asesino en serie en construcción era malditamente divertido a su parecer.

Cuando el moreno lo ignoró completamente, volteandose para seguir cambiando los canales del televisor, Liam se impulsó lejos del marco de la puerta y se acercó al sofá, inclinandose sobre el respaldo del mismo hasta quedar cerca del rostro del menor.

—Amor —llamó con la voz más melosa que encontró—. ¿Me escuchaste?

Si las miradas asesinas mataran, Liam solo habría sido cenizas para ese momento. 

Sonrió.

—¿Hay algo que te este incomodando, dulce corazón?

La mandibula de Zayn se apretó tanto que Liam tuvo miedo de que sus dientes se hicieran trizas bajo tal presión—. Deja de utilizar esos motes estupidos conmigo —su voz salió apretada, ira destilando de cada palabra—. Tu y yo no somos nada, deja de fastidiarme y vete de mi casa.

—Mm —tarareo—. Entonces, haré ese té para ti.

En un movimiento rápido, acortó el espacio entre ellos y colocó un rápido beso en los labios del chico, disfrutando del gruñido del mismo cuando se empujó lejos, entrando a la cocina antes de que las consecuencias de sus actos lo alcanzaran.

Colocando el agua del té, sacó su celular del bolsillo y marcó el número de Alex mientras esperaba que esta calentara.

—Hey, hey, ¿como está, mi oficial favorito? —la voz burlona soltó desde el otro lado, la sonrisa incrustada en cada palabra.

—Aún respiro, así que supongo que estoy bien —sonrió—. Pero, no aseguro de que siga de este modo por mucho tiempo, tengo la impresión de que Zayn está esperando que me distraiga para atacarme por la espalda y acabar con mi existencia.

—Mi hermanito no haría algo como eso.

—No, pero si tiene la suficiente imaginación para pensarlo y enseñarme con una mirada todo el dolor que esta produciendome en su mente.

Bufó una risa—. Exageras, con esa carita de angelito es imposible que Zayn muestre una mirada como la que describes.

—Si, un angelito que bajaron del cielo de un escobazo.

—Deja de ser tan nenita llorona, mejor dime como te fue con él, mamá me dijo lo que sucedió con el encendedor de Maw.

Liam hizo una mueca, recolectando las cosas necesarias para preparar el té—. Se lo devolví ayer, cuando salí de la casa de tus padres. Fue un error tomar sus cosas, no volveré a hacerlo.

—Si, fue un error. —afirmó—. ¿Como de enojado está por ello?

—Bastante, pero sus movimientos son lentos gracias a la enfermedad, por lo que me da tiempo suficiente para huir de sus ataques.

—¿Enfermo? ¿Zayn está enfermo? ¿Que sucede con él?

—No te preocupes, Alex, es solo una simple gripe, sabes que Zayn se enferma facilmente en esta epoca.

—Lo sé, de todas maneras, mantén mi numero en marcado rápido y llamame si necesitan algo.

—Lo haré. —apagando la cocina, rascó nerviosamente su nuca antes de suspirar—. A decir verdad, no te llamaba por eso.