- universo alterno.
Cristian se encuentra acomodando su hogar con paciencia antes de que sus amigos lleguen a casa del laburo.
Valentino está dormido por lo que tendría que aprovechar para dormir también, pero es viernes y la juntada con los muchachos era más importante que descansar por hoy.
Sabe que el primero en llegar va a ser Rodrigo y no tardaría ni media hora, apenas son las siete por lo que pone la pava y abre un paquete de galletitas que compró Nahuel.
Recoge la ropa que hay en el sillón, la cocina y el comedor tirándola al canasto de la ropa sucia de forma directa, no quiere ni oler aquellas prendas que deben de tener un tufo importante.Toc toc.
Resuena en el lugar y camina hasta la puerta donde aparece un Rodrigo sonriente como siempre. Realmente envidia esa capacidad que su amigo tiene para verse tan feliz todo el tiempo.
— Hola, Cuti. — saluda el morocho besando su mejilla.
Cristian sonríe.
— Hola Rodri, ¿Cómo te fue? — pregunta cerrando la puerta.
— Bien, cansado como siempre. — comenta junto a un bostezo. — Quiero creer que pusiste la pava para los mates. — dice y el cordobés ríe asintiendo.
— Andá a cambiarte que ya está el agua. — asiente caminando a la cocina.
Rodrigo se cambia de ropa y vuelve a la cocina donde Cristian empieza a cebar los mates.
Conversan sobre temas diversos, con Rodrigo nunca se acaba el tema de conversación, el siempre tiene un chisme bajo la manga o algo de lo que quejarse, capaz te tira datos random de Tini, pero es el pibe más divertido.— ¿Quienes vienen hoy? — pregunta DePaul devolviendo el mate.
— Todos nosotros y se llegan los Nico y el Papu. —
— Los nico. — repite Rodrigo junto a una risa.
— Y sí, Taglia y Ota. — chasquea la lengua y se ceba un mate, cuando está a punto de llevarlo a su boca escucha a Valentino llorar.
— Ya vuelvo. — dice Cristian y se dirige con rapidez a su habitación.— ¿Papá? — escucha y se le escapa un puchero mientras prende la luz.
— Hola, mi amor. — lo carga y llena su rostro con besos que hacen que el menor sonría. — Ya está el tío Rodri en casa, ¿Querés que vamos, bebé? — pregunta y el niño asiente sujetado del cuello de su padre.
Cristian lo carga hasta la cocina por la mera razón de que el niño está descalzo, de lo contrario lo haría caminar.
— ¡Valen! — dice DePaul con su característica sonrisa y carga al niño entre sus brazos.
— Rodri, Rodri. — dice sonriendo.
Cristian sigue cebando mates hasta que el resto de los 'roomies' o como Cristian diría: "Los boludo' de lo' muchachos"
Valentino es mimado a lo groso por ser el único niño de la casa. Enzo y Julián juegan con él de forma constante cuando están, Nahuel duerme la siesta con el niño, Rodrigo, Leandro y Paulo ven películas y dibujos animados junto a él. Cuando van de visita a la casa; Otamendi y Gómez patean la pelota con el pequeño y Lisandro es, sin un título oficial, el segundo padre.
Lo cambia, lo baña, cocina, juega, ríe, duerme junto a él. Cumple prácticamente todas las cosas que Romero también hace.