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que vo' so' mi rochito nene juguemo' a la parejita
— Quinientos para cada uno si fingen estar de novios. — sentencia Nahuel y ambos se miran.
— ¿Por cuánto tiempo? — pregunta Cristian analizando la propuesta.
Lisandro no aporta una sola palabra a la conversación.
— ¿Tres meses? — dice dudoso.
— Uno. — acota por primera vez Lisandro.
— No me sirve, dos meses. — propone Nahuel.
— Seis cincuenta y cerramos con tres meses de novios. — asiente Romero.
— Bueno, acepto. — dice Molina satisfecho por el trato.
— ¿Cuándo se supone que empezamos? — pregunta Lisandro.
— Mañana a la mañana en el colegio. — dice sonriente y el par se mira.
— Bueno.. — acepta el rubio teñido un tanto inseguro de sus palabras y del acuerdo en sí.
Cristian y Lisandro se despiden de Nahuel y cada uno se va por su parte, aunque el gualeyo junto al morocho van por el mismo camino. Hacía un rato habían terminado de jugar un partido con su grupo de amigos y se habían quedado como de costumbre ellos tres compartiendo una coca. El par simpre habla mientras camina, hoy por alguna razón no es así.
— Eu. — dice Romero cuando frenan la caminata para esperar a que algún auto les de paso.
Lisandro hace un pequeño ruido con la garganta para que este continúe hablando.
— No quiero estar raro por esto de la pareja falsa, Licha. Son tres meses, hacemos la plata y listo. — asiente mirándolo.
Martinez lo mira de reojo y cruzan la calle juntos.
— Sí, yo tampoco quiero estar raro por esto. Solo me quedé pensando en algo y colgué en charlar. — asiente el rubio.
Después de aquella aclaración entre ambos comienzan a charlar como si nada hubiese ocurrido. Y si vamos a los hechos nada pasó, pero hay algo en la mente de Lisandro que no lo deja tranquilo.
— Bueno, chau mi amor. — dice Cristian al llegar a la casa de Lisandro y se agacha un poco.
Lisandro lo empuja por el pecho levemente para que se aleje de su rostro. Estaban demasiado cerca.
— No seas tan puto. — chasquea la lengua de forma nerviosa. — Nos vemos el lunes, hacé lo de matemática. — deja un beso en su mejilla.
— Chau vida, llevame un mapa para geografía. — ríe y le tira un beso.
