- universo alterno.inspirado en 'acróstico; shakira'
'me enseñaste que el amor no es una estafa y que cuando es real, no se acaba.
intenté que no me veas llorar, que no veas mi fragilidad, pero las cosas no son siempre como las soñamos a veces corremos, pero no llegamos, nunca dudes que aquí voy a estar, háblame que te voy a escuchar'Lisandro deja la última caja sobre el piso de la cocina y se sienta apoyando su espalda en la mesada.
Respira hondo, el día es largo a pesar de ser sábado, las mudanzas son agotadoras. A lo lejos escucha pasos, sabe que es Cristian que ya logró arropar a la niña y dejarla dormida en su habitación.
Cuando el moreno aparece en su campo de visión palmea el suelo a su lado, el otro le dedica una sonrisa y se sienta justo a su costado. Lisandro aprovecha aquello para recostar su cabeza en su hombro.— ¿Estás cansado? — pregunta Cristian apoyando su cabeza sobre la contraria.
Sus piernas apenas se tocan, sienten la respiración del otro cerca, nada les incomoda.
— Sí, bastante. ¿Vos? Perdón por joderte para que me ayudaras con esto. — se disculpa el gualeyo.
— ¿Sos joda vos, mocoso? No me jodes nunca, nene. — le asegura Romero apoyando su mano sobre su rodilla.
— Gracias, gracias por todo. — dice de forma sincera y Cristian le regala una de esas sonrisas brillantes que lo hacen sentir que todo está bien.
— Sabes que no es nada. — asiente. — Se durmió al toque Lei, estaba re cansada. — recuerda junto a una risa.
La niña apenas había tocado el colchón se había quedado dormida.
— Es terrible, una vaguita. — comenta con una risa.
— De tal palo, tal astilla, dicen por hay —
Lisandro ríe.
— Ahí. — le 'corrije' — ¿Sabes qué dicen también? — pregunta.
— ¿Qué cosa? —
— Que lo que no se hereda se hurta. — lo molesta.
— Ah bueno. — dice con un tono de indignación fingido haciéndolo reír.
Después de un rato en silencio, con sonrisas en sus rostros, Cristian le ofrece descorchar una birrita para festejar la mudanza.
Lisandro acepta a los pocos segundos, no se negaba nunca a una bien fría.— Tomá. — dice Romero pasándole una lata del six pack que habían comprado.
— Gracias. — dice abriendo la misma y pasando el contenido de la misma a un vaso.