Capítulo once

4.1K 311 12
                                    


Arrastro el cepillo lentamente por mi cabello y observo mi reflejo pensativo en el espejo.

La noche fue maravillosa, luego de haber cenado fuimos juntos a un parque cercano donde compramos helados, sin duda fue la mejor cita que he tenido.

La conversación que tuvimos por la que de seguro te preguntarás. Fue mejor de lo que esperaba, fuera del shock inicial, Xion me contó su versión, no lo relató todo, pero al menos lo suficiente para calmar un poco mis nervios, la palabra ex esposa asusta un montón.

Pero admito que es mucho mejor haber escuchado eso, antes de que: esposa. He leído cientos de libros en dónde existen personajes que creen ser los únicos en la relación y luego la chica se entera que no es la única, pese a eso tampoco la novia sino más bien la amante, ¡Que fuerte! ¿Verdad?

Por un micro segundo me visualicé como una de esas chicas ya hasta veía los artículos al pie de nuestras fotos:

"Joven universitaria mantiene relación oculta con un profesor casado, su esposa se entera y todo se vuelve un gran escándalo "

Me dan ganas a veces de darme un premio por mi gran imaginación. Aguanto la risa.

¿Que tan loco sería eso?

Muy loco

Dejo el cepillo encima de mi tocador, me levanto mientras dejo mi cabello suelto para ir a dormir (es muy probable que mañana amanezca echo un desastre pero bueno...) ajusto bien mi bata de encaje, me subo a mi enorme cama quitando con cuidado el gran edredón, hoy a sido un día agotador.

Me estiro y apago la luz sumiendo a mi habitación en una gran oscuridad.

Cierro los ojos e intento dormir, mañana debo levantarme temprano.

Abro los ojos al sentir que me sacuden con insistencia, pestañeo y agarro la almohada para taparme la cara y volver a dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abro los ojos al sentir que me sacuden con insistencia, pestañeo y agarro la almohada para taparme la cara y volver a dormir.

¡Es muy temprano!¡Déjenme en paz por favor!

—¿Cariño?

—¿Mamá?—quito la sábana para abrir los ojos con dificultad, aún estoy medio dormida—¿Que pasa, estás bien?

Me incorporo mientras me restriego los ojos con rapidez, ella niega acercándose toma mis manos y las aprieta, al sentir el calor en mis manos elevo la vista, para ver los ojos llorosos de mi madre.

—Cariño—le comienza a temblar la voz, mi madre mira hacia arriba tragando sus lágrimas para volver a mirarme, algo se ha roto de manera escandalosa en mí al verla llorar, pocas veces lo he echo, suficientes en mi opinión para saber que no me gusta ni un pelo verla hacerlo, es mi madre, mi heroína, ella es fuerte por naturaleza —Lo siento tanto.

Señor Walker  [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora