Abro mi boca a más no poder cuando Xion me despierta diciéndome que ya llegamos, esperaba encontrarme con no sé, (una casita pequeña) o un apartamento, pero esto no es nada de lo que había imaginado.
Bajo del auto incrédula, dirijo mi vista a Xion que se rasca la nunca y sonríe apuntando a su hogar.
-Bienvenida.
-¿Esta es tu casa?-la apunto asombrada.
Asiente mientras se acerca.
-Ahora también es tuya.
-¡Es una jodida mansión!-ese detalle lo desconocía.
-Es solo una casa princesa.
-¿Vives solo?
Encoje los hombros mientras camina.
-Sin contar a mis empleados, sí, vivo solo.
-¿En esta casota?
-Pues sí.
-Cristo bendito-me echo aire con la mano, tenía un novio rico y no lo sabía, dan ganas de golpearme el rostro.
-Ven sígueme -toma mi mano y me arrastra tras él, dando tropezones lo sigo ¡Tengo un jodido novio rico!
Oh dios mío aún estoy en shock, no puedo créemelo.
Si también está rico, pero osea en este caso le quedan muy bien los dos significados la verdad.
Abre la puerta, se hace a un lado para que pase, camino, le lanzó una mirada eufórica mientras observo su hogar.
Puta madre este lugar es hermoso.
-¿Y que te parece?-Xion pasa sus manos por sus bolsillos y señala con el rostro su hogar.
Divino, maravilloso, enorme, elegante...
-Es precioso.
Aspiro de la paz que desprende su hogar aunque no por mucho tiempo porque justo en ese instante en el que Xion deja sus llaves caer en la repisa.
Un enorme rotwaile de color negro viene corriendo hacia nosostros ladrando y babeando.
Ay madre de dios.
Me escondo detrás del enorme cuerpo de Xion, pero el perro lo rodea y se me tira encima arrastrandonos a ambos al piso con un fuerte estruendo.
Al diablo.
-Aaaggh-me quejo, cierro los ojos.
-¡Simon!-lo regaña con dura voz, mientras aparta el animal de encima mío, dónde estaba paseando desde su posición su lengua por todo mi cuerpo.
Asco.
El animal comienza a mover la cola alegre, sonrío. Xion me toma por los hombros y me levanta divertido.