Capítulo veintitrés

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El aire escapa de mis pulmones cuando mis pies me impulsan fuera del auto

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El aire escapa de mis pulmones cuando mis pies me impulsan fuera del auto.

¿Es así como estaba planeada mi muerte?

Impacto con un duro golpe contra la carretera, un duro golpe que hizo que me quedara sin aliento y, que mi cuerpo comenzará a rodar golpeando mis brazos, piernas, cadera, cabeza, todo mi cuerpo. Raspando mi piel, haciendo que arda, que queme bajo el duro y frío asfalto.

Cubro mi cabeza con mis manos hasta el último momento en el que mi cuerpo deja de moverse, suelto un sollozo muerta de miedo y dolor.

Estoy llena de rasguños que sangran y arden como el infierno.

Cubro mi rostro con mis manos mientras comienzo a llorar. Estoy perdida.

Intento levantarme pero mis costillas punzan, suelto un quejido adolorido.

Mi pelo interrumpe en mi campo de visión cuando muevo mi rostro con brusquedad al sentir como a unos largos metros de distancia el auto derrapa, frenando en seco.

Dejo de respirar.

No por dios.

No por favor.

Comienzo a llorar mientras doy vuelta sobre mis espaldas y, con mucho esfuerzo logro ponerme sobre mis rodillas y impulsar mi cuerpo a levantarse, me empujo una última vez con mucha más fuerza al ver cómo la puerta del auto se abre.

No me va a volver atrapar, tengo que huir de esta, mi sacrificio no puede ser en vano.

Cuando estoy completamente de pie doy un último vistazo para ver cómo el hombre se baja de forma lenta del auto y suelta una macabra carcajada que por muy poco provoca que me orine en los pantalones.

Suelto uno y otro y otro sollozo, mientras comienzo a correr impulsando mis piernas a ir lo más rápido que pueden en dirección contraria.

Aaaaah

Bajo mis manos hasta mis costillas al sentir el dolor punzante, mis manos de empapan con algo, levanto mi brazo para ver con asombro como mis dedos se encuentra pintados de un oscuro rojo, comienzo a llorar.

Estoy herida.

Es sangre, mucha sangre al juzgar por la humedad que siento regada en mi vientre, mientras corro sin mirar atrás presiono la herida lo mejor que puedo para detener una posible hemorragia, si voy a morir hoy, quiero que sea al menos, luego de haber batallado y jodido al maldito hijo de puta.

Nunca pensé que moriría en manos de un sicópata, nunca por mi mente pasó que mi muerte sería provocada por un asesinato, ni tampoco que mi rostro estaría empapelando una parte de los periódicos con el encabezado de: joven universitaria amanece muerta en medio del bosque.

Quizás sea unas de esas chicas que nunca encuentran, tal vez sería una de esas que estaría en desparecidas y nadie encuentre jamás.

¿Que será de mis padres?

Suelto un sollozo.

Soy su única hija quedarían desolados al perderme, no quiero ni imaginar con el dolor que vivirá mi madre por el resto de su vida, y papá, sin duda es el que más sufrirá soy la niña de sus ojos, siempre se ha encargado hacérmelo saber, quedará devastado. Mis abuelos, todos, quedarán devastados con mi muerte.

Xion.

Me duele mucho el corazón al pensar en él, aunque estoy muy enfadada, es una de las personas que más quiero en este mundo, soy tan importante para él, como él lo es para mí.

Le romperá el corazón perderme, creo que le dolerá tanto como a mí en estos momentos pensar en la posibilidad de que no lo volveré a ver nunca más.

Duele como miles de alfileres clavándose duramente en tu pecho sin compasión.

Mi corazón se encuentra apretado muy apretado pensando en todo lo que perderé, pensando en todo lo que esa cruel persona me arrebatará en menos de un minuto.

No solo se llevará conmigo mi vida, se llevará todos mis sueños, metas y deseos, destruirá la ilusión de una jóven en un chasquear de dedos.

¿Como una persona puede ser tan capaz de destruir a otra y aún así de ese cruel modo sentir satisfacción?

Me niego a morir tan pronto.

Las lágrimas interrumpen mi campo de visión, dando vuelta sin detener mi carrera noto como el hombre corre rápidamente detrás de mí, dirijo la vista al frente y suelto un sollozo forzando mis piernas a ir más fuerte, pero ya es imposible, mis piernas duelen y mi respiración es una locura, no tengo fuerzas, es todo.

Siento como mis piernas van bajando la intensidad poco a poco, pero aún así, aunque me terminen agarrando me niego a detenerme y darme por vencida.

En una estúpida decisión decido salirme de la carretera con la esperanza de perderle a través de la maleza pues el echo de seguir en línea recta me colocaba en su campo de visión.

Corro entre los fuertes pinos, la noche es lugubre y oscura, parece un chiste que hace tan solo unas horas creía que era preciosa. Muerdo mi labios mientras de un manotazo borro mis lágrimas.

El sonido de los grillos y los animales salvajes hace que mis pelos se ericen con pánico, si no muero asesinada por ese maldito sicópata seré asesinada por un animal salvaje. Ya sea oso, lobo o león de montaña, cualquiera de ellos me pueden asesinar incluso puedo ser mordida por una serpiente.

No tengo idea de dónde me encuentro pero imagino que en algún lado cercano a «Travel park» es el único lugar con pinos tan altos como estos, para mí desgracia no hay personas que vivan cerca de esta zona precisamente por la cantidad de animales salvajes que hay que se encuentran bajo el programa de protección animal porque hay muchos en peligro de extinción.

A lo lejos veo unas luces pasando, doy un vistazo atrás, todo está oscuro.

Acelero el paso, es una carretera.

Suelto un sollozo de alivio.

Estoy salvada.

Cuando estoy a pocos metros de distancia de la carretera, un tiro a mitad de la noche me hace detenerme.

Suelto un grito tapando mis oídos.

Doy un paso temblorosa.

Otro tiro al aire.

Es una advertencia.

Me detengo con un suspiro tembloroso.

Me atrapó.

Me atrapó

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😓🥺

Señor Walker  [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora