Señor Walker [+18] ©

Capítulo quince

Pues sí, mucho, muchísimo, esto que hemos vivido juntos es algo nuevo en mi vida la adrenalina que siento en el momento en que estamos a solas, o incluso a veces cuando nos damos besos fugaces en la universidad, cómo siento que mis pezones se erizan, mi mirada se dilata y solo puedo verle a él, su sexual porte.

Creo que la mayoría de las mujeres pasan toda su vida buscando ese príncipe azul de cuento que le regale rosas, les pregunte cómo están a todas horas y expresen lo mucho que las quieren a cada segundo.

Xion es esa persona que sin saberlo había buscado todo el tiempo, es la persona para la que (sin ser conciente) me había guardado todos estos años.

Así que estoy más que segura de querer dar este paso, con la persona indicada.

Muchos tienen el pensamiento de que sexo es sexo donde lo pongas, no quito razón, pero para mí, la primera vez tiene valor, aunque claro ese valor se lo da cada persona como quiera dárselo, para mí es muy importante ya que he pasado más de veinte años con ella, muchos me han contado que después de todo te arrepientes por no haber comenzado antes a practicar el acto sexual, ¿Será cierto?

Niego con una tímida sonrisa mirando a Xion.

-Quiero esto.

Su mano acaricia mi cintura.

-¿Segura?-asiento-Nunca te obligare a hacer algo que no quieras, no te sientas presionada, si es por esta erección-se apunta-Ni te preocupes esto baja ahorita con dos meniaitas.

Me río.

-No estoy presionada mor.

Muerdo mis labios nerviosa, pongo mis manos en sus hombros y las bajo, le miro y me río.

-Estoy nerviosa.

Toma mis manos mirándome con calma.

-Respira-muerdo mi labio, estoy muy nerviosa diablos.

Acerca muy lentamente su rostro y me besa, exhalo un suspiro mientras me relajo ante las caricias dadas por sus manos a mis hombros. Mi mente se queda en blanco y todo lo que puedo hacer es sentir. Algo que no me he permitido hacer en mucho tiempo. Sin embargo, cuando se trata de Xion parece que no tengo otra opción. Lo beso con fuerza, necesitando comer hasta el último bocado de él.
Dios, esta hombre me volverá completamente loca. No puedo tener suficiente de él.

He creado una necesidad a sentir su cuerpo bajo mis dedos, al sabor de sus labios en el día, a su risa y locuras, estoy completamente segura de que esto es lo que quiero.

Paso mis dedos por su cabello, apretando mis manos, sintiendo como desliza sus manos por el interior de mi camisa de tirantes, mis piernas tiemblan ante su roce, cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir me topo directamente con esa mirada incendiada en llamas, muerdo su labio, Xion muerde mi barbilla en repuesta y con ambas manos tira de mi blusa hasta romperla casi en su totalidad, gimo.

Este hombre y su necesidad de romper mi ropa algún día de estos será mi completa perdición.

Jadeo al sentir el frío roce de sus dedos por mi piel ardiente, gimo, sus grandes manos se detienen justo en el inicio del valle de mis senos y suspira con admiración.

-Diablos eres preciosa-abro mi boca, sintiendo como se dilata mi mirada-Un hermoso ángel que mandaron solo para mí.

Traga fuerte lanzándome una significativa mirada que me hace sentir muchas cosas.

-Eres solo mía -desliza su lengua por mis labios y, siento que todo mi cuerpo tiembla con anticipación. Mis pezones se tensan mientras pienso en el control que tiene sobre mí. Puede que sea retorcido, pero me encanta.

Gruñe, levantándome de su regazo con un brazo. Antes de que pueda siquiera reaccionar, mi espalda golpea la cama, mi ropa se amontona en mis piernas cuando baja mi shorts con rudeza. Xion toma mis bragas expuestas, arrancándolas de mi cuerpo, agarrando mis muslos con sus grandes manos mientras me lleva al borde de la cama y me mantiene abierta para él.

Él mira hacia abajo a mi coño expuesto.

-Esta será mi condena-cae de rodillas, dejándome sin palabras. Él se inclina y siento su aliento contra mi coño desnudo.

Su lengua lame mi clítoris, y todos los pensamientos salen de mi mente. Es lento y perezoso, como si estuviera disfrutando el sabor, saboreándolo. Mi cuerpo se estremece por el placer. Las manos en mis muslos se tensan, y sus dedos posesivos se clavan en mí, manteniéndome abierta a él.

Mis piernas no paran de temblar, cierro los ojos disfrutando y gimo.

¡Oooh dios mío!

-Xion- Gimo su nombre, queriendo más.

Su lengua toma velocidad, deslizándose por mi clítoris, entrando en mi coño, luego deslizándose hacia atrás para golpear mi clítoris de nuevo. Es como si quisiera probar todo mi coño y tiene qué lamer cada parte de él.

Diablos.

Arqueo mi cuerpo y estiro mi mano para agarrar su cabello y empujarlo a ir más rápido.

Esto es bueno, demasiado bueno, con sabor a pecado.

¡Voten y comenten beibis!

Así la historia llegará a más personas.

Fuera de eso (y mi necesidad porque ustedes me hagan saber su opinión)

Quería contarles que el próximo capítulo será narrado por nuestro guapote y sexy chico.

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