Capítulo treinta y dos

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Me remuevo al sentir unas manos sobre mi cabello, sacudo mi cabeza con molestia

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Me remuevo al sentir unas manos sobre mi cabello, sacudo mi cabeza con molestia.

Se escucha una suave risa.

Me quedo quieto ¿Estoy soñando?

Restriego mis ojos, sonrío al chocar con su mirada. Retira la mascarilla de oxígeno que cubre su boca con lentitud y lanza leves reparaciones, sus ojos acuosos hacen que se me comprima el alma

—Princesa—suspiro aliviado mientras me lanzó a besar su rostro infinitas veces, se ríe aceptando mis besos —¿Hace cuánto despertaste?

Gime adolorida tratando de colocar su espalda contra la camilla, tomo su mano.

—No te esfuerces mucho acabas de salir de una cirugía no es recomendable que hagas esos movimientos.

Asiente mientras cierra los ojos.

—Hace tan solo unos minutos—tose colocando su mano en su boca, llevando la otra a su cabeza—estoy cansada.

—Imagino que lo estés, haz pasado por cosas muy fuertes estos días.

—¿Que sucedió? digo, recuerdo muchas cosas pero otras están como recuerdos difusos en mi mente.

—¿Estas segura de que quieres saberlo? este no es un muy buen momento cariño, necesitas recupérate, descansar.

—Creo que he estado descansando lo suficiente.

—¿Que recuerdas?

Piensa.

Un destello de enojo pasa por sus ojos cuando me mira recordando seguramente el momento exacto en el que la dejé sola.

—Alto ahí—entrecierra sus ojos—acabo de recordar algo y espero que tengas una muy buena escusa para haberme dejado sola en mitad de nuestra cita, juro que te cortaré las pelotas si no es así.

Mierda.

Creo que me excité.

Me río con nerviosismo.

—Te lo contaré todo, lo prometo.

—Más te vale—me apunta con uno de sus dedos—Pon tu barba en remojo, me enfadé muchísimo contigo al ver que me dejaste sola, eres un imbécil.

Agacho la cabeza avergonzado.

—Lo siento.

—Si, y lo sentirás aún más te lo voy asegurar—veo pasar por sus ojos una pizca de maldad, trago fuertemente reteniendo el aliento por un momento.

Asusta cuando está en modo: chica mala.

—¿Que planeas?

—Oh nada interesante, quizás mi venganza sea que no la metas en caliente por un buen tiempo.

Jadeo.

—Cariño no seas mala.

Asiente con una sonrisa.

Señor Walker  [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora