🚧 Este capítulo y el siguiente contienen escenas de violencia por lo cual les pido disculpas a las personas sensibles, si creen que no están preparadas para ello no los lean🚧
Sacudo mi mano luego de impactar mi puño contra el grasiento rostro de ese malnacido, la sangre salpica mi camisa blanca manga larga y hago una mueca al ver toda la suciedad.
Vuelvo a golpear su rostro una y otra vez con mi puño de forma seguida hasta que siento el ardor característico en mis dedos, mis nudillos enrojecidos son muestra de eso, impacto una y otra vez mi puño contra su cara recordando cada golpe y moretón en el rostro de mi chica.
Nick se acerca por detrás colocando su mano en mi hombro tratando de calmarme ya que mi furia es tan grande que lo que más quiero en estos instantes es matar al infeliz a golpes.
-Amigo debes calmarte, si sigues así lo matarás antes de que pueda cantar.
Le lanzo una mirada fastidiada al imbécil, su rostro se encuentra irreconocible está en un punto entre la inconsciencia y la realidad.
Doy un vistazo a mi alrededor y mis hombres desvían la mirada cuando ven que los miro fijamente, estamos a las afueras de la ciudad en un viejo depósito de chatarra que comúnmente usa mi familia como zona de tortura, el lugar es espacioso y tiene una considerable altura, con ventanas de cristal arriba y con muchos tanques he instrumentos de tortura colgados de las paredes.
-Amarrenlo con esas cadenas-señalo unas largas cadenas de hierro que descienden de la parte superior del techo, comúnmente las utilizamos para aplicar métodos de torturas, y eso es lo que más me apetece en estos instantes-preparen todo lo demás, Nick, seguiré tu consejo no lo mataré, pero este maldito hijo de puta se atrevió a tocar algo muy preciado para mí, mi mujer. No seré condescendiente con él y mucho menos al ser el maldito responsable de que casi muriera.
Nick asiente y vemos como dos de nuestros hombres luego de nuestra orden se acercan a la silla donde se encuentra amordazado y lo levantan, tienen que hacer un gran esfuerzo para alzarlo ya que el muy asqueroso se desmayó.
Lo cargan y se dirigen a esposarlo.
Asiento mientras salgo a tomar un poco de aire a las afueras del depósito, siento los pasos de mi socio y mejor amigo a mis espaldas.
Recargo mis brazos en las escaleras oxidadas y dirijo mi vista hacia el atardecer.
-Nunca te había visto así.
-Pues ponte en la cola casi todos dicen los mismo.
-No pero es verdad, mírate, nunca antes habías sido tan impulsivo como ahora, en serio, pareciera que tú...-le miro para ver cómo me observa con incredulidad y niega-.nada
-¿Que yo qué?
-Enzo eso es imposible.
-¿Que cosa?