Capítulo XX

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En un entorno tan hostil como el mundo ninja, lleno de guerras, muertes, traiciones y conspiraciones el tener un momento de paz era como estar en el cielo. A veces los líderes de las grandes naciones olvidaban que, además de ser elementos, eran humanos y necesitaban un escape a la tensión y el caos. Uno como el de ahora, una noche con la persona más especial.

—Estos días han sido pacíficos, tanto que me da un poco de miedo.

Llegaba a ser normal moverse entre tantos conflictos que la mente se acostumbraba a ellos, aún así el desorden y el crimen no dejaban de doler. Minato y los demás Hokages tuvieron mucho que enfrentar para mantener el orden y proteger a los suyos. Era como si cada uno tuviera su propio infierno al cual vencer.

Algunos lo superaron, otros no salieron vivos.

—Después de la guerra la Alianza se fortaleció mucho.

Tenían mucho que agradecerle a Gaara, a pesar de ser un Kazekage tan joven él hizo mucho para construir la paz, desde comandar el enfrentamiento en la Cuarta Guerra hasta mediar y establecer las condiciones de un acuerdo largo y beneficioso para todos. Todos pensaban que su inexperiencia como gobernante sería contraproducente y arruinaría las cosas, el resultado fue completamente opuesto.

—Si algún día terminara la era de los ninjas y estuviéramos aquí para verlo, ¿qué te gustaría hacer?

Hinata se detuvo a contemplar la idea, sonaba muy lejana y descabellada. Honestamente nunca antes se imaginó haciendo algo distinto de cumplir misiones, apoyar a sus compañeros y a su gente.

—Si algo así sucediera me gustaría dedicarme a la jardinería. Me da paz.

Minato se sentó a su lado para contemplar el cielo inmenso, las estrellas brillantes y la luna majestuosa y poderosa. Esa luna que le recuerda a sus ojos hermosos y esperanzadores.

—Tú no necesitas esperar para eso, el jardín que estás cuidando está lleno de vida, como tú.

Hinata le dio una sonrisa agradecida, él era capaz de ver en ella tantas virtudes como fuera posible.

—Yo te ayudaría siempre.

—Eso me gustaría mucho pero ¿y tú? ¿Qué quisieras hacer? Dime tu sueño.

—¿Mi sueño? Primero tendría que entender la situación para poder adaptarme a ella. Tantos años combatiendo, despidiendo camaradas, te cambian. Te rompen un poco por dentro.

Su experiencia le había enseñado tantas cosas, siempre había algo o alguien por quién vivir.

—Si tuviera que responder con algo en concreto: pescar. Más que eso, vivir cerca de un pequeño lago y ver allí el amanecer y el atardecer.

Buscaría dejar atrás los recuerdos amargos de las batallas, las pérdidas, todo lo que lastimó a la aldea que siempre quiso proteger. Ese fue su objetivo desde el principio.

—¿Me enseñarás a pescar?

—Por supuesto. Te diré un secreto, ¿quieres escucharlo?

Minato la envolvió con su antigua capa de Hokage, era vieja pero tenía mucha historia.

—La carnada —le dijo acercándose a su oído. Él iba a proteger una información valiosa como esa, no compartía sus secretos con nadie, con ella haría una excepción.

—¿La carnada?

Hinata observó cómo la cubría del frío, con cuidado y suavidad, protegiéndola. Ese gesto le pareció tierno y cariñoso. No se había equivocado al elegirlo, él hallaba la manera de alcanzar sus sentimientos.

La luz que me guía [MinaHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora