La luz que me guía [MinaHina]

Capítulo XXX

—Yo también tengo algo que decir.

Todos miraron fijamente a Shino, era inusual que él dijera más de tres frases en sus reuniones, si hoy había superado ese límite es porque era importante. Se quedaron callados, esperando.

—Voy a casarme este verano.

Naruto casi deja caer su vaso medio vacío. ¿Hablaba en serio? Ellos lo miraron incrédulos, quizá se trataba de una broma, después de todo su compañero les parecía un hombre solitario, reservado, incluso frío. Entonces fue difícil para todos creerle, pero ¿quién no tenía derecho a amar y esperar lo mismo devuelta?

—¿Tengo la cara de alguien que hace bromas? —les dijo tranquilo, como si hubiera leído sus mentes. Es que la incredulidad estaba escrita en sus rostros, más que eso el asombro. Iba a intentar entenderlos, el rumbo que había tomado su vida era desconocido incluso para él, no era un experto relacionándose con otras personas y sumada a su nula experiencia romántica lo ponía en una posición impresionante y complicada.

El silencio breve que hicieron se sintió eterno. Shino bajó sus lentes solo un poco y los miró con calma, su clan como otros, organizaban matrimonios por conveniencia con otras familias potenciales y obtenían un beneficio a cambio. Alianzas, herederos, recursos entre otras cosas. Las posibilidades eran infinitas.

—Hombre, ¡Pues felicidades! —Naruto rompió el silencio—. ¿Quién es la chica?

Él no entendía por qué pero se había especializado en los interrogatorios, bombardear a la otra parte con miles de preguntas resultaba muy útil para obtener información, siempre caían en la trampa. Bueno, culparía de todo a Ino, ella estaba enseñándole muchas cosas extrañas.

—Sí, ¿de quién se trata? No nos ocultes nada.

Ino y Naruto se miraron y rieron dulcemente, eran un par de cómplices enamorados. Si ella iniciaba algo él la seguía, estaban en sincronía.

—No la conocen, es de otro pueblo.

Ino se sintió un poco decepcionada. Sería bueno saber quién era y a qué se dedicaba su clan, ¿en qué clase de jutsus se especializaban? Bueno, si el clan Aburame estaba interesado en ella es porque eran hábiles y poderosos. El padre de Shino era un ninja de alto nivel, era conocido por sus habilidades estratégicas y de obtención de información, había muchos rumores sobre él pero honestamente era algo enorme y aterrador, tenía fama de ser despiadado.

—¿Y tú la conoces?

Tenía sentido lo que preguntaba Naruto, los que estaban en la cima de la pirámide solían comprometerlos con un desconocido solo porque era bueno para la familia. No supo si eso era algo bueno pero debía ser triste ser obligado a casarte con alguien del que no sabes nada. Sus hábitos, con qué sueña, de qué forma ve el mundo, qué espera de la vida, todo eso era importante para él. Al pensar eso buscó a Hinata con la mirada, quizá por eso se preocupaba tanto por ella y su padre. ¿Y si tenían objetivos distintos? Hiashi se opondría rotundamente, empezando por ahí. Tener al clan Hyuga buscando su cabeza era aterrador.

—La conoceré la próxima semana.

Aunque no lo demostró Shino estaba interesado en ella. Nunca antes consideró el matrimonio como un asunto indispensable pero su padre le dijo que en familias como las suyas era algo importante, ellos lograban alianzas y obtenían técnicas útiles de espionaje a través de distintos métodos. Uno de ellos era el matrimonio.

Elegían a la chica luego de una búsqueda selectiva y minuciosa.  

—No quiero ser aguafiestas pero, ¿tú qué piensas Shino? ¿No es muy problemático?