-Dos series más, señoritas. No están dándolo todo.
Shisui se movió hacia al costado derecho observando a su escuadrón. Todos ellos estaban en su límite, era día de entrenamiento y desde que iniciaron ya estaban llorando, tenían que ser más duros y fuertes, él era su comandante y no podía tener subordinados débiles después de todo.
-Jefe, ¿por qué hacemos esto? La aldea está en paz.
Kakashi había hecho un buen trabajo como Hokage, el progreso los había alcanzado y fortaleció las relaciones diplomáticas con las demás naciones pero aún así no podían bajar la guardia. Ellos habían estado en guerras constantemente, los humanos se vuelven codiciosos y la sed de poder puede volverse peligrosa.
-Somos soldados, Joy. Esto es lo que hacemos.
Y bueno tenía que admitir que amaba los elogios de Fugaku y de otros capitanes, él tenía el escuadrón más equilibrado y experimentado de todo el clan, se había llevado los mejores talentos. Su único problema es que eran demasiado confiados, dependían completamente de su fuerza y olvidaban que allá afuera había monstruos que no tomaban descansos.
Bajar la guardia no es algo que les permitiera hacer.
-¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! No los escucho.
Las voces masculinas empezaron a alzarse llenando los límites del Distrito.
-Esas abdominales no van a hacerse solas.
-También debería estar aquí comandante.
Shisui pudo oír eso, al instante emitió una sonrisa mordaz.
-Yo no soy lento como una tortuga y terminé hace siglos sin embargo te daré un bono.
Quitándose el uniforme de la parte superior del cuerpo se sentó al lado de sus hombres, hizo un estiramiento leve y comenzó a ejercitarse también. Entendía que era un líder, el ejemplo recaía sobre sus hombros, no podía pedirles que murieran si no estaba dispuesto a morir.
-Veinte más y podrán irse.
Shisui subía y bajaba haciendo abdominales como si fuera un juego, estaba en buena forma, era el Cuerpo Parpadeante, tenía una reputación que mantener. Sus rivales habían sido poderosos y sanguinarios, muchos otros huyeron al verlo, todo eso lo hizo quien hoy era.
-Se acabó jefe, ¿nos deja ir?
Los cinco hombres se levantaron con las respiraciones agitadas, mirándolo Shisui lo dudó por un momento, tenía que ponerlos en mejor forma.
-Aliméntense bien, nos enfocaremos en la resistencia física y el combate cuerpo a cuerpo.
Eran buenos estrategas, tenían experiencia en el campo y manejaban el genjutsu como nadie pero había que explorar otras formas de pelear, su meta era hacerlos ninjas completos y formidables. Más de lo que ya lo eran.
-¡Sí señor! -le dijeron todos al unísono, le dieron un saludo formal típico del ejército esperando sus órdenes.
-¿Mmmh? -Joy se puso de puntillas mirando al norte, enseguida sonrió-. Lo buscan, jefe.
Shisui se dio media vuelta hacia la delimitación de sus terrenos, ahí estaba ella: Hanabi Hyuga.
¿Es que pensaba que su intento por esconderse detrás de ese árbol iba a dar resultado? Ella necesitaba replantearse sus estrategias.
Su escuadrón comenzó a murmurar bajo, muy bajo.
-¿Qué dicen ustedes?
Mordiéndose los labios luchaban por contener la risa. Y fracasaron, todos ellos explotaron en el momento menos esperado.
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La luz que me guía [MinaHina]
FanfictionCon su mundo haciéndose añicos, Minato Namikaze vive por y para el dolor, no tiene otro propósito que morir lentamente. Hasta antes de ella. Bella portada hecha por _HelloKero_