Capítulo XXIX

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Naruto no dijo nada, se quedó pensando un momento en las palabras de su padre. ¿Qué clase de cosas había pasado solo? ¿Era la muerte de Kushina lo que lo había perseguido todos estos años? Él no tenía idea. Vivió junto a él por más de veinte años y jamás se dio cuenta de que continuaba sufriendo en silencio, lo escondió tan bien que creyó que ya lo tenía superado. Lo crió solo mientras cumplía con sus obligaciones de Hokage, hizo todo para que estuviera bien.

Se le apachurró el corazón, ¿Qué había hecho ahí? Estaba empezando a dudar. Se fue con la cabeza baja, sin despedirse, ni siquiera los miró, la verguenza lo golpeó fuerte.

—Entra cariño.

Hinata tuvo que interrumpir lo que sea que haya estado pensando, después de que Naruto se fue se quedó en el jardín mirando el camino que siguió. Era muy duro aunque no lo dijera, el rechazo siempre lo era.

Lo guió hasta la sala, él la siguió en silencio. Caray, estaba intentando ser más fuerte y manejarlo de la forma correcta, tenía que enterarse tarde o temprano, no quería esconder su relación por más tiempo así que hizo la oportunidad y le dijo todo, Minato recordó la cara de sorpresa, sus ojos y boca entreabiertos lo tumbaron de un golpe, no lo esperaba.

La decepción en sus ojos era algo que no podía soportar.

«¿Estoy haciéndolo tan mal?» Minato incluso se preguntó si merecía un nuevo comienzo.

Él se deshizo de esos pensamientos, no iba a dudar, Hinata era su amor precioso y brillante, lo protegería hasta el final.  

—¿Estás bien?  

Asintiendo le dio una sonrisa comprensiva, no quería inquietarla. Tampoco deseaba llevar las cosas más lejos ni hacerlas más graves de lo que eran. Se había enamorado de una mujer más joven, de quién era su compañera de academia y su antiguo amor fallido «Ya está. Supéralo Naruto» Él realmente se esmeró en darle una lista de todos los motivos por los que su amor debía ser enterrado. Nada de eso le importaba, era feliz por primera vez en dos décadas y no lo tiraría a la basura.

—Debió ser muy difícil decirle.

Hinata lo abrazó por detrás y dejó que su cabeza descansara en su espalda. De inmediato él acarició sus manos, aceptando el apoyo, recibía tanto amor de su parte ¿Cómo no iba a dárselo de vuelta?

—Pensé que lo sería pero cuando lo tuve frente a mí simplemente lo hice. Le dije que me enamoré de ti.

—Y seguro se horrorizó.

Minato rio abiertamente, Dios fue casi como en los libros. Solamente estaba esperando el momento en que Naruto comenzara a lanzar cosas y darle respuestas dramáticas al azar, sin embargo, su primer respuesta fue «¿Estás loco? Es Hinata, mi amiga, ella estuvo enamorada de mí» Entonces él no entendió, ¿se trataba de un golpe a su ego? ¿Era eso? Ellos ni siquiera tuvieron algo, en ese entonces Naruto no pensaba en salir con nadie, estaba enfocado en su entrenamiento, realmente solo buscaba excusas.    

—No llegó hasta ese punto solo me dijo que estaba loco.

—No sabía que Naruto se había quedado en sus quince.

Él estuvo de acuerdo, estaba comportándose como un adolescente inmaduro y caprichoso.

—Si él... si él no lo acepta, ¿Estarás bien con eso?

Bueno, esa era una posibilidad y tenían que tomarla en cuenta. Aún con miedo, ella preguntó, de verdad quería oír su respuesta.

—Estoy esforzándome para que nuestro camino esté limpio, hay cosas que no podemos evitar pero aún así —Minato aclaró su garganta—. Aún así me quedaré a tu lado, es lo que quiero y si tú no me apartas yo no voy a irme.

La luz que me guía [MinaHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora