Hubiera deseado quedarse en casa, reportándose enfermo. El plan perfecto de no ser por Kakashi, habría mandado algunos de sus efectivos para comprobarlo con la excusa de revisar que todo estuviera bien, lo normal. En lugar de eso estaba allí escuchando las exigencias de un líder, uno con temple de acero, Fugaku Uchiha.
—Los crímenes menores han estado aumentando de forma considerable en los últimos meses, con las personas que tengo me es complicado cubrir todos los puntos de la aldea. Honestamente, estoy empezando a preocuparme.
Otorgarle a los civiles un alto nivel de seguridad estaba volviéndose difícil, actualmente el Clan Uchiha seguía dirigiendo la Policía Militar, les pertenecía, todo el mundo lo sabía; se trataba de un legado que Fugaku había formado con el paso de los años y hacían un buen trabajo sin embargo las obligaciones con la mayor línea de mando los absorbía.
—Comprendo lo que dices pero en este momento tengo pocos ninjas disponibles.
Todos ellos tenían asignadas un sinfín de misiones ligadas a trabajo de inteligencia y lo más importante; mantener intacta la Alianza Shinobi. Había sido realmente difícil levantarse de las cenizas, la última guerra dejó daños graves que exigían el completo compromiso de todos, Kakashi como Hokage tenía que tomárselo en serio.
—Ya veo.
Fugaku bebió el té que le entregaron hacía ya varios minutos, por suerte todavía estaba caliente, a pesar de todo él no perdía la serenidad. Se quedó pensando un momento, las prioridades estaban esclarecidas.
—Aun así me gustaría que tomara en cuenta la situación y reserve algunos miembros de la élite para reincorporarlos al servicio militar, cuando le sea posible Hokage-san, en especial...
Kakashi sonrió de medio lado, Fugaku no se daría por vencido.
—Itachi es mío.
Como miembro de las fuerzas especiales ANBU Itachi Uchiha podía traducirse como un pilar sólido que mantenía en equilibrio a su familia, Clan de poderosos shinobis. Tenían que mantenerlos bajo control.
—Me conoce bien Hokage-san, demasiado para mi gusto.
—Digamos que lo necesario para mantener el orden.
—Me sería muy útil que Itachi estuviera a mi lado pero eligió estar a su servicio, no puedo interferir en su decisión.
—En eso estamos de acuerdo —Kakashi se acomodó en su silla—. Ha estado muy callado maestro, ¿considera que esos crímenes se deban a algún factor en especial?
Minato oía las palabras de Kakashi sin poder comprenderlas, una figura femenina se había robado su mirada, una que, pese a conocer desde hace poco le quemaba el interior. Hinata Hyūga había estado paseándose fuera de la Torre Hokage y lo único en lo que podía concentrarse se reducía a su largo cabello siendo mecido por el viento, no dejaba de verse lindo ¿qué tan suave sería? Seguramente tanto como ella. Anheló ver una sonrisa formada en sus labios, iluminaba la más sombría oscuridad.
Su oscuridad.
Las finas facciones de su rostro resplandecían de forma increíble a causa de los rayos del sol, belleza natural, se paseaba por la vida con tanta gentileza, Minato no se imaginó jamás conocer a un ser inocente, puro, transparente como ella.
Hinata, perfectamente imperfecta.
Si tan sólo pudiese contagiarse de su paz, quizá pasar tiempo juntos... Impensable. Una chica tierna no podía mezclarse con la amargura hecha hombre, uno roto, sin ilusiones, sin valor. Él verdaderamente iba a abandonar cualquier pensamiento que la involucrara, lo hubiera hecho de no ser por el saludo tímido que le envió desde el exterior, sonriendo con dulzura y calma, lo atravesó y le arrancó sin quererlo la sonrisa de su vida. Agradecida, amable.
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La luz que me guía [MinaHina]
FanfictionCon su mundo haciéndose añicos, Minato Namikaze vive por y para el dolor, no tiene otro propósito que morir lentamente. Hasta antes de ella. Bella portada hecha por _HelloKero_