Rompiendo Nuestro Hogar.

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Que hermoso día, al fin viernes!!!!

Lo bueno mañana pagan, lo malo mañana también trabajo... Que asco!!! Si conocen a un chugar qué me quiera mantener se los agradeceré si me lo presentan, así escribiría a diario y sería feliz toda mi vida y tendrán muchas historias!!!

Ayúdenme a ayudarme!!!

Bueno quiero agradecer todos los hermosos comentarios que me dejaron, sus votos y que se tomarán la molestia de leer mi nuevo proyecto, espero que les siga gustando!!!

En fin, como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 2.

Joey estaba llorando en su casa, estaba completamente destrozado, así que después de su junta con Kaiba llegó a romper todo lo que le pertenecía a Duke, su ropa, sus consolas de videojuegos, sus zapatos, incluso su cepillo de dientes, todo lo rompió y lo aventó fuera del departamento que compartían.

Las sabanas que habían usado durante todos esos años fueron quemadas, lanzó el colchón por la ventana sin importarle que pudiera matar a alguien y tomó sus cosas, todo lo que le pertenecía a él y que se había comprado con su propio dinero lo había guardado en una pequeña maleta. Vio lo demás y recordó cuando Duke le había dado una tarjeta negra y le había dicho que sin él no hubiera llegado tan lejos, que se comprara lo que quisiera, que a partir de ese momento él le daría la vida que se merecía.

Al ver esa ropa que había escogido con tal de gustarle al empresario también la rompió, logrando que acabara hecha añicos en el piso, sacó todo el coraje rompiendo paredes, tumbando trastes y deshaciendo del “hogar” que habían formado juntos, no necesitaba recordarlo perfecto, quería romperlo para que así Duke viera como había dejado su corazón.

Una vez dejó todo en ruinas salió con su pequeña maleta y subió a su auto, lo llevó a un puente y recordó que ese auto era el regalo de Duke por su aniversario número 6, ese día le había dicho que quería pasar toda su vida a su lado, que lo amaba y que no podía concebir la vida sin él, lo puso arriba de un puente que daba al rio de domino y lo aventó al vacío, no necesitaba nada de él.

Sonrió con tristeza y volvió a llorar amargamente, sin entender porque no lo había amado como tanto profesaba, si lo de las noticias hubiera sido un error ya lo hubiera desmentido, hubiera publicado algo en sus redes sociales, pero no había pasado nada, al parecer todo era real, excepto su relación juntos.

 










Llegó a la mansión Kaiba y se instaló bastante rápido, Mokuba no volvería hasta después de 3 meses, ya que estaba en un viaje de negocios, así que Joey llegó sin ser acosado con preguntas, en el despacho de Seto, el empresario le dio un contrato donde especificaba que Joey no obtendría nada de sus bienes durante el matrimonio, tampoco tendrían hijos y después del divorcio no habría ninguna represalia de ninguno de los dos. Joey firmó sin pensarlo dos veces, no le interesaba nada del imperio de Kaiba, él solo buscaba hacer que Duke dudara de su existencia por lo minúsculo que se vería a lado de Seto.

-       Bien, ¿y cuál es tu plan? – preguntó Seto mientras guardaba el contrato en una caja fuerte.

-       La familia de Devlin le encanta el escándalo, así que harán público cualquier nuevo acontecimiento con tal de que esto sea la boda del año, yo sé que ellos se casarán el 3 de octubre, ¿cómo lo sé?, muy fácil, esa fecha la tenía marcada en su agenda desde inicios del año, así que tengo que asegurarme que sus escándalos no sean más llamativos – sonrió y vio a Kaiba – así que primero anunciaremos nuestro matrimonio y después me encargaré de opacar a Devlin, nadie irá a su boda, me asegurare de que sea el peor evento del año, sin contar que su novia y familia acabaran escupiendo bilis, si yo no voy a ser feliz – vio a Kaiba con mirada psicópata – él tampoco lo será.

-       Esté nivel de odio es nuevo – dijo sorprendido al ver que el perro estaba dispuesto a venderle su alma al diablo con tal de que Devlin fuera miserable, así que antes de que lo hiciera decidió ayudarlo, después de todo muchos le habían insistido en que se casara, tuviera hijos y asegurara el imperio Kaiba, pero a él le daba pereza conocer gente y más salir con esa gente, no había nadie lo suficientemente listo para que le hiciera conversación, tampoco había alguien lo suficientemente interesante para que él prestara atención más de 2 minutos y lo peor todos eran interesados, hombres y mujeres por igual se habían acercado con la intención de quitarle parte de su imperio y si bien Joey lo estaba usando, no ganaba nada estando con él – prepárate todo para el anuncio.

-       Bien – se levantó y se fue dejando a Seto confundido, él había notado en el último año de la preparatoria como esos dos se fugaban cada cierto tiempo, también como misteriosamente siempre andaban juntos, así que de inmediato supo que estaban saliendo.

 
Después no supo nada de ellos, pero si hacía cálculos si cuadraba con lo que le había dicho el cachorro, habían salido por 6 años y en ese tiempo el niño dado jamás había pensado seriamente en formalizar una relación con el perro y ahora se iba a casar con “la cantante más hermosa del momento”, esa chica había crecido como espuma en el medio artístico gracias a sus bonitas facciones, pero la había visto en televisión y se notaba que era una niña tonta en todo el sentido de la palabra.

No que defendiera a Joey, a él le daba igual, pero el perro se veía más decente que esa chica. Luego se puso a pensar en que dirían los amigos del perro cuando supieran que se iban a casar, después de todo ellos jamás se habían llevado bien, siempre peleando e insultándose, eso y el hecho de que el rubio ahorita parecía que lo había atropellado un camión, no eran precisamente la pareja más feliz del mundo en ese momento.

Decidió posponer el anuncio hasta que Joey no pareciera zombi en las fotos y él arreglara su agenda para dicho evento, le marcó a una de sus asistentes y le dijo que para finales del mes quería organizar un evento social para anunciar su boda, su asistente pensó que era una broma y se rio, al ver que su jefe no le seguía el juego le preguntó si quería algo en específico y él contesto: “Que sea lo más grande, llamativa y viral posible”, la chica jamás se imaginó que su jefe tendría esa clase de eventos así que le volvió a preguntar si era una broma, enojado Seto le colgó la llamada y ella dio por hecho de que si era su jefe.

 







Joey salió a trabajar como normalmente lo haría, había perdido su teléfono el día que se había enterado de la verdad, así que decidió comprar uno nuevo, vio su cuenta de ahorros y tenía suficiente dinero para poder vivir una buena vida, todo gracias a que Duke le había dado la tarjeta negra, él no había vuelto a gastar ni un centavo a su lado, pero ahora era momento de hacerse cargo de él mismo y fue por un teléfono nuevo, también cambio de número y pidió que bloquearan números desconocidos, no pensaba hablar con nadie más, necesitaba mucho tiempo para poder sanar tremenda herida.

Al llegar a la universidad le dieron una nueva oficina lejos de la rectoría, todo el mundo lo había felicitado por su nuevo puesto y Joey había actuado tan normal que no parecía un ser roto por dentro, había sonreído, se había tomado fotos, había abrazado a todo el mundo y sobre todo había aceptado una salida a beber para celebrar. Todo se veía exactamente como un día normal.

Al terminar su trabajo le mandó un mensaje a Kaiba, le avisó de su salida y este le dijo que no tenía problema, mientras no llegara cayéndose de borracho a su casa o lo haría dormir en la calle, Joey se empezó a reír ese gato roñoso no había cambiado mucho en su actitud, pero si le sorprendía que hubiera aceptado su plan de venganza, cuando pensó en contarles a sus amigos, se imaginó que ellos de inmediato lo frenarían le dirían que el perdón era mejor para cura el alma a diferencia de la venganza, pero en esos momentos no quería un sermón de ellos, necesitaba sentirse bien y lo único por lo cual seguía de pie en ese momento era por el simple hecho de pensar en que pronto Devlin se arrepentiría de su decisión.

-       Joey, corre ya llegó el taxi – su compañero lo llamó a lo lejos y el rubio corrió para alcanzarlo, esa iba a ser su noche de despedida.

Continuara…

Venganza con V mayúscula. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora