Venganza con V mayúscula.

Como peluche en la secadora

Buenos días!!!!

Chicas este fanfic noté que es muy largo, jajajajaja tiene más de 30 capítulos, así que subir de uno en uno me llevará una eternidad terminar de subirlo, así que por cuestiones de longitud decidí que voy a subir dos capítulos por viernes, así reduciré el tiempo en el cual subiré todo el fanfic y tampoco se hará tan tedioso esperar las actualizaciones.

Quién diría que ir a la primaria si servía jajajajajaja yo haciendo cuentas.

Nota: soy mala para los títulos no me juzguen.

Bueno, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 18.
 

El hecho de que Seto llevara a Joey al trabajo se volvió una rutina que ninguno de los dos supo como pasó, los preparativos de la boda estaban absorbiendo las mañanas del rubio así que Seto con tal de que desayunara bien se ofrecía a llevarlo, pero en algún momento dejó de obligarlo a subir al auto y se convirtió en una costumbre, cuando el CEO se paraba de la mesa, Joey también lo hacía por inercia y lo seguía como patito al estacionamiento se subía del lado del copiloto y se iba con el empresario todo el camino.

Durante el camino le enseñaba las cosas que iba a tener toda la boda y el CEO opinaba muy poco, siempre le había dicho que sería a su gusto y que al final no importaba mucho lo que él opinara. Aun sabiendo que Seto no le importaba mucho como fuera el evento, Joey le enseñaba lo que iba adquiriendo y también le preguntaba si le gustaba algún color y así al final escogía colores que a ambos les gustara e iban organizando el evento juntos.

Ese día en específico Joey iba organizando los cubiertos que se usarían para la recepción y vio que Alice había organizado su prueba de vestidos de novia, a él le entró un sentimiento extraño, dentro de poco le pedirían que escogiera un traje para usar ese día y no estaba muy seguro de que usar… Cuando estaba con Duke, el empresario le había dicho que ambos se casarían de blanco, pero a Joey no le gustaba ese color, pero con tal de hacer feliz a su pareja estaba dispuesto a usarlo sin rechistar.
 

-       Seto – el CEO lo vio por segundos de reojo para que notara que le ponía atención – para el traje de bodas ¿Qué color vamos a usar? – el empresario quedo de piedra, nunca se imaginó llegar tan lejos, había visto las invitaciones, la lista de invitados, la vajilla que se usaría, los colores de los manteles y servilletas, el salón del evento y muchas cosas más, pero jamás pensó en el traje que usaría.

-       No sé… jamás me había casado, así que no se que se usa ese día – Joey se rio por el comentario, ya se había acostumbrado al humor del empresario y podía detectarlo con mayor facilidad.

-       Pues podrías vestir de negro, blanco, azul, verde militar, animal print, serías la tendencia de la moda – se empezó a reír y el empresario rodó los ojos, solo al cachorro se le ocurría tremenda tarugada.

-       ¿Cómo te quieres vestir tú? – preguntó Seto mientras se estacionaba frente a la universidad y Joey sacaba una imagen de su celular, era un traje negro con cola roja, con bordados dorados y la camisa se veía bastante casual que no necesitaba corbata y no tenía los dos primero botones de arriba, dejando un poco de piel al descubierto. Esa imagen se la enseñó a Duke y el chico dado lo odio desde que lo vio, le dijo que era demasiado ridículo para un día tan importante y que debía vestir como un hombre decente, ya que se iba a casar con alguien con un buen estatus social.

-       Combina con tu personalidad, seguro te verás muy bien en él – Seto lo analizó y el traje no solo era bonito, sino que al imaginarlo en Joey no podía negar que le iba a queda increíble, tanto lo imaginó que se desconecto de la conversación y solo tenía al cachorro en su cabeza con ese traje diciendo: “Sí, acepto”. Solo despertó de la ensoñación hasta que escuchó los sollozos de Joey - ¿qué tienes? – preguntó asustado, estaba seguro que no había pasado nada malo ese día.

-       Lo siento… es que eres el primero que me dice que me veré bien en él – sonrió con cierta tristeza – mi madre, mi hermana, mi papá, Duke, todos mis amigos… por dios incluso la señora que esta organizando la boda me dijo que el negro no era un color que se ocupara en una boda – seguía hipando mientras hablaba – pensé que dirías lo mismo, así que estaba listo para rendirme con el traje – Seto quedó congelado, mataría a la organizadora de la boda en cuanto la viera.

-       Bueno, se supone que el evento es para que tu te sientas cómodo y lo recuerdes toda tu vida… no para que acabes frustrado usando algo que no te gusta, así que puedes hacer lo que quieras, no porque yo lo acepte, sino porque a ti te gusta – Seto le acarició la cabeza al cachorro para que se calmara, no quería que los paparazis que lo seguían a todos lados tomaran una foto de él llorando mientras bajaba del carro y de esa manera empezaran los chismes.

-       Sí, tienes razón lo siento – sonrió más tranquilo, pero aun así le salían un par de lagrimas en el proceso de calmarse.

-       Tu haz lo que quieras cachorro – y sin que supiera como, su cuerpo se movió solo y le dio un beso en la frente sin que se diera cuenta de que varias cámaras lo estaban fotografiando en ese momento. Joey por su parte quedó de piedra, Seto nunca iniciaba el contacto con él, siempre debía de buscar el momento oportuno para caerle literalmente encima y poderlo abrazar, pero ahora el CEO le había regalado un beso en la frente y eso había agitado su mundo de una manera que jamás imagino.

-       Bueno es tarde, debo irme… nos vemos – y así salió del carro lo más normal que pudo, pero al llegar a una zona poco poblada de la escuela se tiró al piso a gritar e hiperventilar por lo que había pasado.

Seto por su parte manejó como poseído a la empresa, al entrar pidió que el personal que estaba organizando su boda se presentara lo antes posible a su despacho, quería hablar con ellos de inmediato. Mientras los esperaba azotó la cabeza en su escritorio, ¿Qué había hecho? ¿Por qué lo había hecho? Se quedó en esa posición hasta que tocaron la puerta y entonces entró la organizadora, así que decidió dirigir todos los sentimientos que lo agobiaban sobre ellos.  

-       ¿Quién fue el que le dijo a mi prometido que no podía usar el color negro en su boda? – todos tragaron en seco, aun recordaban cuando el pequeño rubio les mostro el estilo de traje que quería para su boda, la organizadora le preguntó si quería ese modelo en blanco y Joey emocionado le dijo que no, que lo quería tal cual estaba, entonces ella lo vio mal y con sus manos en forma de jarra le dijo que el negro era de mala suerte, así que le dijo que le daría ese traje, pero en blanco.

Los organizadores acabaron como peluche en la secadora, completamente golpeados por el enojo del CEO, Seto les prohibió que volvieran a negarle cualquier cosa a su prometido y amenazó con correrlos a todos si su pareja se volvía a sentir mal por sus comentarios. Todos se sorprendieron por lo protector que era el empresario, si bien el CEO no se había involucrado al 100% se notaba que sabía todo lo que estaba pasando durante la organización del evento.

Continuara…