Despertando de tu mentira.

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Como dije ando desayunando, pero actualizo a la velocidad de la luz.

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 35.

 
Duke estaba trabajando en su departamento, desesperado por sacar inversionistas de cualquier lado, su dinero seguía produciendo en la bolsa de valores, pero dentro de poco eso no sería suficiente para poder mantener su empresa y lo último que quería era empezar a despedir gente, él se había encargado de contratar a cada uno de sus empleados y despedirlos era un golpe a su orgullo, pero Seto se había encargado de que nadie más quisiera invertir en sus productos, Joey y sus apariciones en el periódico se habían encargado de que sus nuevos lanzamientos no fueran tan populares y por eso las ventas no eran lo esperado y para colmo su novia no podía brillar lo suficiente para poder llamar la atención de las mazas y de esa manera él pudiera aprovechar eso.

Suspiró cansado de seguir pensando en que hacer para mantener su empresa a flote, cuando pensaba en que lo mejor era empezar a pensar en otro giro de su negocio observó que la tendencia ahora era la amistad de Alice con Joey, el empresario vio esto con molestia, de haber sabido que Joey era la carta de triunfo le hubiera propuesto matrimonio a él.

Ese imbécil de Kaiba había sacado jugo a su obra de caridad con Joey que había logrado opacarlo al punto donde parecía que él jamás fue un importante empresario, quería destruir todo a su paso por su enojo, pero ya no tenía la solvencia para volver a remodelar nada, debía cuidar cada centavo que tenía si quería sobrevivir a la ira de Kaiba, tal vez el empresario lo sacara del negocio de los juegos, pero él era un genio y podría salir a delante con cualquier negocio que emprendiera, solo debía de asegurarse que Kaiba no se enterara para sobrevivir aun en el mundo empresarial.

Recordó que estaba a nada de casarse y que esa boda de ensueño le había salido en un ojo de la cara, de haber sabido que su empresa fracasaría por culpa de un perro hubiera decidido casarse al año siguiente, así hubiera tenido más dinero disponible, pero ya no importaba nada, lo único que importaba era que una vez casado al fin podría descansar del estrés que le generaba todo ese evento, se volvió a enojar, ya que ese evento se había generado por el falso positivo de Alice, esa mocosa ni un hijo podía hacer y ahora él tendría que amarrarse a ella sin tener a su heredero.

 
-       Debí esperar a la prueba en sangre… así no tendría que estar con ella, que detestable – dijo al aire sin saber que su prometida lo había escuchado por detrás de la puerta.
 

Alice al escuchar esas palabras se puso a llorar, se encaminó a la salida y entendió por fin que ese hombre no la quería, que de verdad solo la veía como la incubadora de su bebé y que no le decía nada de la empresa, porque ella no era alguien en quien confiara como para pedirle ayuda o cualquier otra cosa. Camino por la calle llorando por lo que había oído y vio su teléfono iba a marcarle a Joey, pero entonces recordó que él siempre le había dicho que eso podría pasar, que siempre le advirtió que Duke no era bueno… así que llegar ahora y decirle lo que el empresario pensaba era muy redundante.

La chica empezó a enojarse por lo que había pasado durante los últimos meses y entonces recordó con dolor las palabras de Mokuba “eres solo un bonito adorno”, la cantante se sintió de nuevo como un trofeo y decidida le mandó un mensaje a Joey, él debía ser el primero que debía de saberlo y sería su cómplice.

“Ya no voy a tolerar a Duke, el día de nuestra boda le haré pagar todo lo que me ha hecho. ¿Me ayudarías?”

“Claro, si quieres mañana comemos juntos y hablamos de tu plan”

 



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Joey veía el mensaje de su amiga y sonreía cada que lo leía, sentía que al fin había despertado de la horrible pesadilla que era vivir a lado de Duke y pensar que ella también se iba a vengar del empresario lo hacía sentir mucha satisfacción, ya que eso significaba que a ese maldito no sabría de donde lo llovía toda la madriza que le darían por haber sido un estúpido bastardo.

Saltaba de alegría hasta el comedor donde estaba su prometido y su cuñado, entró con una sonrisa tan grande que casi parecía el sol mismo entrando por la puerta.

 
-       Joey, ¿Qué te tiene tan contento? – preguntó Mokuba al ver a su cuñado tan feliz.

-       Las buenas noticias no paran de llegar – besó a Seto en la frente y se sentó a desayunar sin que menguara la sonrisa.

-       Me molesta – dijo Seto después de un buen rato llamando la atención de los integrantes de la familia.

-       ¿Cómo?

-       Me molesta que estés feliz y yo no sea la razón – Seto lo escupió con tanta seriedad que Joey se sonrojó como tomate, cómo se le ocurría decir algo tan ridículamente romántico en ese momento.

-       Deja de decir eso – se tapó la cara completamente sonrojado y Mokuba pegó a la mesa mientras gritaba internamente, su hermano podía ser un romántico sin proponérselo hasta que él se sonrojaba.

-       No dije nada que fuera mentira – Seto no entendía porque sus palabras habían causado ese efecto, pero ver que ambos habían reaccionado de manera positiva lo hizo sonreír al final.

 
Mientras desayunaban, Seto vio como la empresa de Devlin en efecto estaba pasando por una mala racha, pero el maldito pelinegro había mantenido sus puntos en la bolsa, él sabía que no iba a ser tan sencillo tumbarlo, pero al menos ya nadie tendría el valor de darle dinero al saber que él iba a destruirlo, así que observó donde estaba invirtiendo su dinero y sonrió, ese maldito era listo, pero no tanto como él.
 

-       ¿Por qué sonríes hermano? – preguntó Mokuba al ver que veía el periódico con singular felicidad.

-       Me dieron ganas de comprar un banco – Mokuba lo vio sorprendido, no por el hecho de que quisiera comprar un banco, sino porque él ya era dueño de dos, ¿para qué quería más?

-       ¿Otro? – Joey escuchó eso sorprendido, ¿cuánto dinero tenía ese gato castaño?

-       Pero no cualquiera Mokuba, el banco mundial – tanto Joey como Mokuba quedaron de piedra, comprar eso no solo sería un movimiento enorme, sino que sería la noticia del año, ni siquiera su boda sobrepasaría tremenda compra.

 
Seto sonrió al ver a ambos en shock, se levantó de la mesa y se llevó a su prometido al trabajo, que aun sin poder decir una palabra seguía procesando que su futuro esposo tuviera el capital para poder comprar al banco mundial.

Continuara…

Venganza con V mayúscula. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora