Perdón, no lo pensé bien.

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Buenos días!!!

Que lindo sábado, no lo creen??? No ya enserio lamento mucho no haber podido actualizar ayer, han sido días duros y ayer no estaba muy bien psicologicamente así que no pude subir el capítulo, pero tratare que mis problemas mentales no afecten en nada la actualización de esta bella historia, se que la esperan con muchas ansias y a mi me encanta escribirla, así que ya tengo mucho material para no dejarlas con la duda jajajaa

Quiero agradecer a todas las que votan, leen y comentan mi historia, no saben lo mucho que me animan a seguir con este nuevo proyecto. Les mando un fuerte abrazo a tosd@s por igual!!

En fin, como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.



Capítulo 4.

Seto estaba de camino a su oficina para poder empezar su día normal, pero le era imposible, ya que de vez en cuando recordaba el beso de Joey, así que decidió dejar de lado el trabajo y empezar a tratar de bloquear de su memoria ese acontecimiento, cosa que no funcionó, pero al menos había logrado calmarse.

Al llegar a su oficina estaban sus dos asistentes y un grupo de personas que él no conocía, pasó de largo e ingresó, pero no dio muchos pasos dentro cuando una de ellas le informó que las personas que estaban ahí eran los encargados de hacer su fiesta de compromiso y querían hablar con él y con su “pareja” para hacer una fiesta acorde a ambas personalidades.

El castaño levantó la ceja y vio mal a la asistente, pero entonces se le vino una excelente idea a la cabeza, se vengaría del perro por haberlo abandonado en la mañana.

-       Esté es el número de mi pareja, que se pongan en contacto con él, todo se hará a su gusto – la chica se sonrojó al ver a su jefe sonriendo, sin saber que ese gesto sólo era por venganza y no por amor.

 











Joey recibió muchas llamadas durante todo el día, le dolía la cabeza y todo por culpa de los organizadores de eventos que querían que su fiesta de compromiso fuera lo más épica posible, al inicio quería decirle que no le importaba, pero este era el evento del año, así que si no participaba lo más seguro es que alguien vendiera la información y dijeran que el novio no tenía mucho interés en Kaiba y por más que su divorcio fuera lo único seguro en ese matrimonio, debía de guardar las apariencias.

Llegó a la mansión y había un mayordomo sosteniendo un sinfín de catálogos para elegir diferentes cosas sobre la fiesta, Joey se espantó, ya que estos organizadores de verdad lo harían en grande, a pesar de que sólo era la fiesta de compromiso, no quería imaginarse el macro evento que sería la boda. Tomó los catálogos y los llevó a la mesa donde comería, ahí estaba Mokuba y lo veía con una sonrisa.

-       Vaya… te ves horrible – Joey vio mal al pequeño y este sólo se rio – la primera vez es difícil, pero una vez haces varios eventos para mi hermano te acostumbras al acoso – el rubio entendió que esto sería siempre que organizaran algo, así que al mal paso darle prisa.

-       ¿Quieres ayudarme? – le mostró los libros y el menor lo vio emocionado, tomó varios notando de inmediato que todo era demasiado llamativo y vistoso, si bien Seto amaba la elegancia y la opulencia no se podía imaginar haciendo esta clase de show en los medios.

-       Joey… ya hablaste de esto con mi hermano – señaló la lista de periodistas que asistirían al evento.

-       Sí… bueno no – no sabía cómo decirle que él quería que fuera así, después de todo quería opacar a su ex de tal manera que su compromiso y su boda fueran un simple renglón en un periódico de mala muerte. El menor vio al rubio y en ese momento entró Seto a la casa, vio al perro con miles de catálogos y sonrió.

-       Vaya, así que ya estás eligiendo todo – la sonrisa del castaño hizo que le recorriera un escalofrío al rubio – les dije a los organizadores que todo sería a tu gusto – Joey entendió que eso era una venganza, así que acabó llorando internamente, después de todo él se había buscado eso.

-       No lo pensé bien en su momento – dijo con lagrimitas en sus ojos – imploro tu perdón – el castaño sonrió y se sentó en su lugar.

-       Demasiado tarde – vio que su hermano tenía un folder donde estaban la lista de invitados, extendió la mano y al ver quiénes eran puso cara de molestia – odio a todas estas revistas – señaló la lista y tenía ganas de tacharlos a casi todos.

-       Son necesarios – le señaló una en específico – sobre todo está, me interesa demasiado que asistan – Seto vio el nombre de la revista, era una de esas polémicas de mala muerte, donde respirabas y ya inventaban chismes de ti, pero él había aceptado que fuera como Joey quería, así que no podía retractarse.

-       Bien – Mokuba abrió los ojos como platos, de verdad su hermano debía amar mucho a Joey si le cumplía un capricho tan grande.

 
Durante la comida el rubio estuvo revisando todo y les envió la información a los organizadores, agradecieron y le dijeron que si tenían más dudas volverían a marcar. Joey al oír dicha amenaza apago su teléfono, ya mañana los atendería, pero en ese momento tenía suficiente de ellos. La única ventaja es que al día siguiente era sábado, así que no tendría que levantarse temprano y aprovecharía para ir a comprar ropa nueva, necesitaba un nuevo guardarropa después de destruir todo lo que Duke le había comprado.

-       Mañana saldré de compras, necesito ropa nueva, ¿quieres venir conmigo? – Mokuba sonrió, pero entonces recordó el por qué su hermano no se casaba, siempre le querían sacar mucho dinero y no es que pensara mal de su amigo, pero no le gustaba por donde iba la cosa.

-       ¿A dónde iremos? – la pregunta iba con truco, pero los mayores no se dieron cuenta.

-       Conozco una tienda donde venden ropa, muy cerca de mi antigua casa, amo las camisas que venden ahí – Joey siempre había sido un delincuente estrafalario y parecía que el tiempo no había cambiado eso.

-       Ay no por favor – Kaiba lo vio con cierto asco, él odiaba la ropa que usaba el perro, siempre pensó que se la encontraba tirada, pero al saber que había una tienda que la vendía no podía evitar pensar en quemarla.

-       ¿Qué tiene? – preguntó molesto.

-       Ahora eres maestro, vístete como uno – dijo serio.

-       No – la respuesta sorprendió a Mokuba – no pienso cambiar mi estilo sólo porque a ti no te gusta – y así se paró y se fue, Joey recordaba que Duke le había dicho lo mismo “ahora sales conmigo, debes de vestirte a mi altura”, si bien Kaiba no era su novio, no iba a permitir que nadie más lo volviera a opacar o lo hiciera sentir mal por sus gustos, él no sólo se vengaría de su ex, sino que también sería como el fénix, renacería de sus cenizas y volaría hacía su propia libertad. Seto por su parte rodó los ojos, a Joey le encantaba llevarle la contraria, pero en esos momentos no importaba, después de todo el perro podía comprarse las cosas que quisiera él no era su dueño.

-       ¿No le dirás nada? – Mokuba seguía sin creer que esa fuera una relación tan perfecta.

-       No, él sabe lo que hace – siguió comiendo y el pelinegro se sorprendió por las palabras de su hermano, después de todo Seto era un controlador y que no lo pusiera de malas el hecho de que Joey no le siguiera la corriente era algo que jamás creyó ver en su corta vida, esto era otra acción sospechosa, pero a su vez lo hacía sentir feliz de que ambos fueran tan compatibles.

Mokuba subió a su cuarto pensando que todo lo que estaba pasando, era demasiado extraño, había comprobado que se llevaban “bien” y tenían cierta “conexión”, pero aun así no podía creer que en tan solo 2 meses de ausencia su hermano hubiera descubierto por obra del espíritu santo que amaba a Joey, empezaron a salir y descubrieron que se amaban, no quería pensar cosas raras, pero debía de asegurarse que las dos personas que más quería no cometieran el peor error de sus vidas.

Continuara…

Venganza con V mayúscula. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora