Mustio.

229 18 11
                                    

Buenos y hermosos días!!!

Ya no hay sol!!! solo nubes en mi cielo así que soy más feliz que nunca, no saben como agradezco que dejara de hacer calor, estaba muriendo marchitada!!!! Ahora que hay nubes de lluvia vamos mejorando OwO yeeeey!!!

Quiero agradecer a todo el mundo por leer, comentar y votar por cada capítulo que subo, ya hay momentos que siento que la presión me acaba, ya que quiero subir rápido los demás capítulos, pero nooooo porque sino no me da tiempo de sacar los demás!!! así que me la tengo que llevar leve.

En fin, espero que disfruten en leerla como yo al escribirla.

Capítulo 11.

 
Mokuba había ido por la mañana a buscar a su cuñado para ir al parque acuático que había en el complejo, pero se encontró a su hermano tomando café y descansando en el sofá, le preguntó si se había peleado con Joey para estar ahí, pero Seto sonrió y le dijo que lo había dejado en la cama descansando, ya que estaba MUY cansado, el pelinegro se sonrojó y golpeó a su hermano por ser tan sugerente, pero al final sonrió.

 
-       No desayunaremos juntos hoy – sentenció el castaño y Mokuba lo vio con sorpresa – le preparé una sorpresa a Joey en el restaurante, así que estaremos ahí un buen rato – el pelinegro sonrió y saltó sobre su hermano feliz.

-       Eso significa que ya se reconciliaron – el castaño no supo como interpretar eso, ya que él no había peleado con el perro desde que habían empezado a convivir juntos – es que ayer se veía él tan triste que pensé que se habían peleado, pensé que estas mini vacaciones servirían para que ambos se relajaran y pudieran hablar del altercado, pero funcionó mejor de lo que pensé – empezó a darle codazos a su hermano – pronto estaré lleno de sobrinitos – salió corriendo feliz de la vida al pensar que ese noviazgo iba mejor de lo que se imaginó, sin notar que a su hermano se le había torcido el semblante al pensar en tener hijos.

 


Después del desayuno sorpresa Joey encontró a Mokuba y se dedicaron a jugar en el mar mientras Seto tomaba el sol y leía en la playa, sin darse cuenta de que varios de los empleados del hotel tomaron fotos de todos esos momentos, ya que había una publicación en una revista muy famosa que pagaría muy bien cualquier foto que se diera de las vacaciones del CEO con su familia, así que prácticamente y sin darse cuenta estuvieron al ojo del público.

 











Al regresar a la mansión Joey y Mokuba iban muertos de cansancio no habían dejado de jugar durante el viaje y ahora sentían que sus músculos pesaban una tonelada, así que ambos decidieron ir a dormir, pero entonces el pelinegro notó que Joey se quedaría en el cuarto que su hermano le había designado.

 
-       Joey, si ya durmieron juntos en el hotel ¿por qué ahora dormirían separados? – lo empezó a empujar hacia el cuarto de su hermano, Mokuba había crecido con Seto, pero como su hermano lo había criado como un hijo sentía que había sido hijo único, así que a él si le emocionaba la idea de tener muchos sobrinos – vamos no seas tímido, no voy a criticarte y te juro que voy a tocar antes de entrar – Joey se aferraba al barandal de la escalera para que el pelinegro no lo arrastrara.

-       Mokuba no es correcto que estemos así – el menor rodó los ojos, Joey era un mustio, primero se comía a su hermano todo un fin de semana y ahora le daba pena que él supiera que duermen juntos.

-       ¿Qué rayos hacen? – Seto iba subiendo las escaleras y veía como su hermano jalaba a Joey y este se sostenía de los barrotes de su escalera.

-       Le digo que vaya a tu cuarto – el rubio estaba más rojo que un tomate y Kaiba más sorprendido que nada – no pueden pasar un fin de semana juntos y fingir que ahora van a dormir separados por ser decentes – el castaño rodó los ojos, su hermano no lo dejaría vivir tranquilo hasta que el perro durmiera en su mismo cuarto.

-       Bien, pero antes de que duerma ahí debo arreglar algunas cosas – el menor lo vio extrañado, su hermano tenía suficiente espacio para que entraran 40 personas en su cuarto – anda, ya deja a Joey tranquilo – el menor se rindió por esa ocasión, pero no quitaría el dedo del renglón.

-       ¿No hablas en serio o si? – Joey se había sonrojado hasta la médula, él no había dormido con nadie más que con Duke, su primer beso, su primera pareja, todo absolutamente todo había sido primero con él, así que no se sentía listo para convivir con alguien más.

-       No te emociones perro, no dormirás en mi cama – así se movió a su cuarto y Joey se sintió más tranquilo, tenía que lograr que Mokuba desistiera en eso de que ellos durmieran juntos.

 
Pero luego se puso a pensar que cuando se casara con Kaiba no habría excusa además de que eso pasaría el 3 de octubre el día que Devlin también haría su boda, pensó en una nueva forma de poder convivir en el mismo cuarto con Kaiba, pero sin tener que compartir mucho espacio personal juntos.

 
















A la mañana siguiente Alice estaba desayunando y veía que en todas las portadas de todas las revistas, de todos los periódicos y de todas las noticias de todo el mundo de lo único que se hablaba era de la salida del CEO, su hermano y su prometido a unas divertidas vacaciones familiares y en algún lugar perdido en las mismas noticias había un pequeño recuadro donde salía ella con su novio, ella se sentía feliz por su amigo, pero sentía celos de que su noviazgo no llamara tanto la atención.

Cuando se había colado la noticia de su contrato prenupcial, su fama si había subido como espuma, su línea de ropa y maquillaje se vendieron como pan caliente, sus discos tuvieron record de ventas y sus reproducciones en YouTube se descontrolaron, había sido un bum impresionante, pero ahora con el matrimonio de su amigo sus ventas habían bajado exponencialmente y se vendía más el material que el generara con sus fotos.

Volteó a ver a su novio que había entrado al comedor y lo vio de mal humor, llevaba así varios días, él trataba de disimularlo con ella, pero era más que obvio que estaba estresado, trato de llevarlo de vacaciones pensando que se había enojado por querer una fiesta de compromiso como la de Joey, así que canceló todo y se lo llevó a la playa. Al ver a su amigo con su prometido notó de inmediato la diferencia con Duke, Kaiba se veía muy amable, se había levantado a saludarla y le había agradecido ser amiga de Joey, nada que ver con Duke que cuando conoció a sus amigos lo barrió con la mirada y le había dicho que si quería estar con él debería dejar de juntarse con gente mediocre, Kaiba era un hombre muy atractivo mucho más que su novio y sus dos metros de altura lo hacían irresistible, entendía porque Joey se había fijado en él, su estancia en el hotel había sido cómoda, pero había visto como Joey se divertía a lo lejos con su cuñado Mokuba y Seto parecía disfrutar de la tranquilidad del momento, ya que si bien no estuvo chapoteando en el agua cuido de ambos en todo momento; al contrario Duke se la pasó renegando de todo y haciendo el viaje bastante pesado.

Suspiró cansada, no pedía una relación de cuento de hadas, pero desde que había empezado a salir con Duke no se sentía cómoda, siempre la mantenía oculta, cuando salían él era muy clasista y denigraba a la gente, le había contado que tenía amigos, pero jamás los había conocido y la peor parte es que él parecía insatisfecho a la hora de tener relaciones, no importaba lo mucho que ella se esforzara él siempre se veía molesto.

Muchas veces llegó a pensar que sólo salía con ella por imposición, ya había visto como varios de los patrocinadores de su juego le preguntaban cuándo tendría un hijo, ella se había sorprendido por la pregunta y más cuando Duke tomó su vientre como su fuera un pedazo de carne y contestaba “esperemos que pronto”, ella si quería una familia, pero no quería que la vieran sólo como una incubadora.

 
-       ¿Pasa algo malo? – preguntó el empresario y ella lo vio a los ojos, quería pensar que era el hombre correcto, que todo lo que habían vivido a solas era lo mejor de su vida y que la convivencia con sus patrocinadores sólo era un mero show, pero no se sentía a gusto.

-       Hoy voy a salir a desayunar con Joey – el pelinegro la vio con sorpresa y arrugó la frente – se que no te agrada, pero es mi amigo – los ojos verdes rodaron con molestia y se levantó sin decir nada, la chica lo vio irse y soltó un par de lagrimas, marcó el teléfono de su amigo y concretaron la cita para desayunara.

Continuara…

Nota: casi subo el capítulo equivocado, por un momento casi se enteran de lo que pasaría en el futuro jajajajaja

Venganza con V mayúscula. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora