ꕊ˘˖˙13 ◠ ⋆ ☄

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Sunoo estaba terminando de hacerle una carta sorpresa a Ni-ki cuando tocaron el timbre, verificó la hora momentáneamente para luego ir a abrir la puerta al saber que se trataba del último pedido que había hecho.

Corrió adentro con una diabólica sonrisa en su expresión para comenzar a desempacar con prisa las cajas, queriendo encontrarse con su contenido de una vez por todas y no pudo evitar que un sonrojo fuerte se esparciera en su rostro en cuanto se encontró con el arnés de cuero.

— Oh por..— cubrió su boca con asombro para ver lo demás, pero más le llamó la atención aquella prenda que pensaba medirse a ver cómo le quedaba.

Era temprano, apenas las nueve de la mañana y por ello decidió llevar todo a su habitación por si algún ser humano planeaba hacerle una vista sorpresa justo ese día.

Tenía que admitir que se veía espectacular y sexy con eso puesto, las tiras se ajustaban perfectamente a su cuerpo, abultando más sus nalgas blancas, apretando sus muslos lo suficiente como para no llegara a ser demasiado sino lo necesario, luego se aferraban a su cintura, subiendo por su torso para llegar a su pecho, atandolo y terminando en su cuello, además que no tenía para cubrir su entrepierna y el gustaba en demasía los detalles de las cadenas y de las argollas que tenía de adorno.

Pero se lo había probado solamente con ropa interior porque terminaría en otra situación si se probaba eso que pidió en línea sin una prenda encima.

Había uno que podía quizás colocarse con un crop top, pero esa idea se fue al carajo en cuanto se percató del aro que tenía en medio del cuello, en el que se podía poner una cadena que venía con todo eso.

Una imagen turbia llegó a su mente y decidió sacudir su cabeza, observando uno que era parecido pero con casi la misma finalidad. Luego de un largo rato, decidió esconder todo, aunque se había olvidado de desempacar las mayas y las otras cosas que había comprado.

Oh, ¿Ahora dónde carajos iba a esconder eso?

Tenía la certeza de que su tío no iba a husmear entre sus cosas, pero era mejor para él prevenir que después pasar vergüenza con el que era casi su papá.

Quería intentar follar con su novio, pero sabía que era muy chillón y Ni-ki también se preocuparía por él si intentaba entrar. Tenía la idea de que quizás le costaría un poco acostumbrarse y tampoco quería hacer esperar demasiado al mayor, solo quería que lo follara de una vez sin tener que esperar tanto.

Cuando quiso obedecer a su perversa mente, recibió un mensaje del mayor, diciéndole que llegaría al medio día para pasar el día juntos y cuando lo leyó, ya eran las once con cuarenta y ocho y tenía un montón de juguetes sexuales esparcidos a su alrededor.

Entró en pánico y comenzó a guardar todo, se había entusiasmado tanto por ver su pedido que hasta dejó la carta que le había estado haciendo al mayor en la sala y se supone que era una sorpresa.

Por otra parte, Ni-ki terminó de darle de comer a Bisco para ir con éste a la casa del menor, a lo que tocó la puerta aún cuando podía solo pasar ya que le parecía una falta de respeto invadir el espacio de su novio.

— Hyung, pasa.— le dijo al abrir la puerta con la respiración agitada ya que anduvo corriendo de aquí para allá.

— Hola, amor. ¿Cómo amaneciste?

— Bien. Y hyung, estaba pensando en que podíamos salir hoy a dar un paseo juntos.— dijo con un puchero— Ha pasado tiempo desde que tuvimos una cita. Por favor, hyung~ No seas aburrido.— codeó su hombro con una sonrisa divertida.

El más alto fingió pensarlo por un breve momento, cerrando uno de sus ojos mientras fingía estarlo pensando pero la verdad estaba un poco cansado debido a que esa mañana tuvo demasiado trabajo y había más calor de lo normal.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora