𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』

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Ni-ki golpeaba la puerta con la intención o esperanza de que el pelirrojo abriera, le pedía con toda la paciencia que tenía que saliera para que pudieran hablar pero Sunoo solo lloraba sin decir algo.

- Cariño, por favor, sal un momento.- nada- Sunoo, amor.

- ¡Te dije que me dejes solo!- exclamó del otro lado con un tono roto- ¿Porque mierda has permitido esto? ¿Es ahora que te importa más lo que diga tu familia, Ni-ki?

- Sunoo-..

- ¡Olvídalo! Ya recordé que fui yo el que te dijo que lo hicieras.

- Sun..- suspiró, despeinando sus cabellos para volver a apoyarse cerca d ela puerta- Fue mi error también. Pero también han estado más estresantes estos días, se que tienes razón; no debería seguir encontrandome con ella así sean mis padres quienes me lo pidan.- carraspeó, bajando la mirada- Pero tampoco quería que siguieran yendo o viniendo a tu casa para traerte más problemas por eso, Sunoo..- dijo, escuchando que el ruido cesó del otro lado- Si, son mis padres pero tampoco pienso seguir yendo a verlos cuando quieren recordarme el pasado con cada visita. Eres mi novio y si ellos no lo aceptan, no queda de otra.

La puerta se abrió lentamente, dejándole ver a un bajito coreano de ojos color miel y llorosos, quien tenía la cara roja y lágrimas por sus mejillas al igual que algunos moquitos en su nariz. El menor cubrió su rostro, por lo que se fue acercando hasta él para tomar su cintura, dejando que enterrará su cara en la curvatura de su cuello.

- D-duele..- balbuceó con dificultad, soltando un quejido- Ella t-te hizo daño y-.. E-llos... N-ni siquiera consideran que ya se-.. Se dejaron. Pero ¿D-dónde quedó yo en todo e-esto?- sorbió su nariz- Es como si y-yo fuera tan insignificante y-y de verdad me dejaras para volver con e-ella.

- Hey, ya hablamos de eso.- le recriminó entre dientes, acariciando sus cabellos- Hablaré con ellos, no seguiré con lo mismo. Mis acciones te han estado haciendo daño y lo reconozco. Pero también el hecho de que por mí te has estado conteniendo de tantas cosas, Sunoo.- besó su frente- Te amo, jamás te dejaría ni con que ellos lo quieran. Tu eres el único que ha estado para mí y conmigo desde que di por finalizada esa etapa. Has sido mi motivación para seguir en malos momentos y también por quién ahora soy feliz.- lo cargó por sus muslos, llevándolos a ambos al sofá para sentarlo sobre su regazo- Así sean mis padres, no voy a permitir que quieran que estemos tan distanciados..

Apartó sus manos con cuidado de no ser brusco, limpiando con sus pulgares las lágrimas saladas de su rostro para comenzar a dejar besos sonoros en su rostro.

- Hyung, n-no quiero esto.- hipó, evadiendo su mirada- E-eres un maldito estúpido.- dejó débiles golpecitos en su hombro- ¿Porque lo permites? ¿Porque l-la sigues viendo?

Jungwon no se lo había querido decir pero luego de amenazarlo -con decirle a Giselle lo que lo hizo comprar para él y su novio- le dijo de aquellas veces en las que Ni-ki se reunió con su ex-novia.

Se sentía usado, ¿Dónde quedaba él en todo esto a parte de como un mismo pendejo? ¿Para qué querría verla? ¿Porque mierda con la excusa de ver al bebé? Eso le hacía creer que lo veía como su hijo cuando se supone el niño tenía un papá y ese era el estúpido que casi le vómito de manera verbal en aquel restaurante en el que se quedó esperando a Ni-ki para una cita en la que quedó plantado como cactus en el desierto.

- No lo seguiré haciendo.

- Júramelo.- dijo con detenimiento- Porque se que has salido con ella más de una puta vez desde que estamos juntos, Ni-ki.

Pudo ver cómo la expresión del más alto siguió neutra, lucía tranquilo pero detuvo los masajes con sus dedos sobre su cadera, una sonrisa de lado se asomó en su expresión entonces y buscó algún rastro en él que le dijera que estaba bromeando.