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Estaba teniendo una crisis en los últimos treinta minutos que le quedaban antes de que Ni-ki pasará por él para ir juntos al cine porque se supone y la alarma que tenía programada para hace unas dos horas atrás, decidió despertarlo de su sueño a última hora sin duda alguna.

— No, no, no y no. No voy a ir a ninguna parte así.— señaló su rostro con algo de disgusto— No estoy presentable.

— Solo cámbiate de una vez o hyung va a venir y tu todavía estás ahí como un mismo estúpido.— le dijo su amigo ya agotado del mar de quejas que tenía porque solo había venido porque creyó que Sunoo de verdad tenía una emergencia— Lo harás esperar y de aquí a que te decidas-..

— Es fácil decirlo por que tú solo agarras lo primero que te encuentras en tu armario.

— Aún así me veo precioso.— espetó con orgullo, buscando un par de prendas al azar.

Sunoo rodó los ojos para examinar lo que su amigo había elegido, decidiendo en ponerselo aunque no le gustaba del todo como se veía ese día y solo quería llorar.

— Me veo feo.

— Unas cuantas capas de maquillaje y se te quita lo maricon.— opinó humildemente, sentando al chico en el borde de la cama para comenzar a dejar la primera capa de maquillaje en su rostro con poquita delicadeza.

— ¡Ay! Duele.— se quejó con un puchero.

— Cállate y déjame trabajar, tonto.— ignoró las quejas del pelinegro para terminar después de una eternidad— ¿Regresarán temprano? Recuerda que mañana tienes que acompañarme a la casa de Giselle y no pienso ir solito.

— ¿Porque? ¿Te incomoda que ande muy melosa con su novio?

— Eso no es necesario preguntarlo.

Unos minutos más tarde, escucharon el sonido de la puerta por lo que Jungwon le gritó al castaño desde el cuarto de su amigo un claro "Espérate desgraciado" para ir a abrirle unos cinco minutos después con la mejor de sus sonrisas.

— Hola, Ni-ki hyung.— le saluda ladino— Yo ya me voy pero si quiere, pase mientras espera a Sunoo.— le ofreció con una sonrisa ladina, a lo que el otro se negó amablemente.

— No, no hace falta. Lo esperaré aquí.

Sentiría que estaba faltando el respeto al pasar así como si nada aunque era el novio del pelinegro. Primero que nada, la caballerosidad.

Además, el tío del chico tampoco estaba y no le gustaría que se enterará que estuvo en su casa mientras él no estuvo, solo para evitar problemas se quedó a esperar a Sunoo por alrededor de quince minutos desde que se fue Jungwon.

— Lo siento, estaba algo indeciso.— apareció con un ligero puchero en sus labios.

Bendito sea el ser humano que diseñó los pantalones ajustados porque esos que tenía el chico, se asentaban correctamente en las proporciones en las que debían, haciendo que sus piernas se vieran carnosas y su trasero..

— ¿Hyung? Se nos hará más tarde.— tiró de su brazo, llevándolo fuera de la casa.

Tragó grueso para asentir tardío ante las palabras del chico, tomando su mano en el transcurso hasta que llegaron al cine y se sentaron en una de las mesas que habían para esperar a que la película comenzará.

— Hyung, ¿Podemos tomarnos unas fotos?

Luego de un rato en el que terminaron con la sesión de fotos, entraron a la sala de cine y vieron la película pero el japonés estaba muy ocupado intentando comprender la película animada pero es que últimamente se había sentido tan frustrado por cualquier mínima cosa pero..

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora