ꕊ˘˖˙29 ◠ ⋆ ☄

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Okey, quizás tenía que establecer algunos límites para el momento en que pensar dejar a su noviecito en abstinencia de nuevo porque la última vez fue un desastre y cuando follaron después de un mes y algo, Ni-ki lo jodió con tanta agresividad por toda la maldita tarde y noche hasta que lo dejó temblando, jadeando, sudado, marcado y con espasmos y dolores en su cuerpo.

Tenía puesto un traje de maid que había comprado en línea hace un tiempo atrás pero es ahora que se lo viene a probar en conjunto con las medias de un tono blanco suavecito que llegaban por la mitad de sus muslos, las cuales tenían unos bonitos listones en la goma que apretaba ligeramente sus muslos rellenitos.

Se sentía coqueto, sexy y también como un pervertido con verse en el espejo, había aplicado con anterioridad una ligera capa de labial rojo junto a un poco de gloss encima, a lo que sus belfos adoptaron un irresistible aspecto hasta para sí mismo y de por sí llevaba un maquillaje felino que hacía resaltar sus ojos miel.

Se supone que su novio llegaba al mediodía y apenas iban a ser las diez de la mañana, así que sin más comenzó a tomarse una que otra foto para enviárselas. Primero fueron unas normales y "sanas" según su consciencia pero conforme buscaba más poses para verse lindo, una idea maliciosa llegó a su mente así que sonrió por su grandísima idea y le dió la espalda al teléfono a modo que se viera su espalda y un poco más de la mitad de su trasero el en la posa en la que estaba, sentado sobre sus piernas y dándole una mirada lujuriosa a la cámara.

Un calor invadió su rostro al verse en la imagen, ahogó un gemido en su puño y apretó en el botón de enviar mientras seguía en la misma posición pero restregando su parte baja sobre una almohada, sintiendo como la lencería que llevaba rozaba su entrada con cada movimiento.

Está vez le envió un vídeo al mayor en el que solo se veían sus mejillas, sacudió un poco su trasero para luego apretarlo con sus propias manos, gimiendo en un tono bajo para luego comenzar a separar sus nalgas, dejando más que a la vista su huequito rosado, el cual se fruncía por lo excitado que se sentía ya.

No podía quedarse ahí tranquilo hasta que Ni-ki llegará, lo supo en cuanto vió el vídeo de sí mismo antes de enviárselo también al mayor para que en unos minutos después, ya se encontrará grabándose con las piernas abiertas de par en par mientras metía con desespero un dildo rosa en su culo de manera obscena, gimiendo el nombre del castaño entre lágrimas de placer, retorciéndose en el suelo con un pequeño rastro de saliva descendiendo por la comisura de sus labios, tirando de su pezón con su mano libre una vez bajó un poco la parte superior del traje.

— M-nya.. N-Ni-ki~ miró apenas la cámara, abriendo su boquita con una expresión cargada de placer para luego correrse a chorros, salpicando parte de su ropa y rostro de manera vulgar mientras gemidos entrecortados escapan de su garganta— Oh.. M-mmg~ se reincorporó de manera algo inestable, con sus piernas temblando como gelatina para dar por finalizada la grabación.

Cuando iba a enviar el vídeo, se percató de que el otro estaba en línea y ya había visto todo lo que le había enviado, por lo que le pareció más que suficiente con el último vídeo.

Ni-ki por su parte, cubrió su boca con los ojos abiertos a la par en cuanto abrió el chat y de por sí, la primera imagen en la que estaba su bonito novio mostrándole ese maldito traje con su carita inocente, fue el motivo por el que disimuló su situación como pudo para escaparse al baño un momento y ver todo.

Maldijo entre dientes al ir bajando cada vez más, sintiendo una presión en sus pantalones que lo obligó a morder su puño.

Cuando llegara a la casa, iba a joderlo por provocarlo estando aún en el trabajo.

Apagó el teléfono al cabo de unos minutos, pensando en cosas sanas para evitar recordar cómo su perfecto chico abría su precioso culo y se tocaba con descaro, seguramente diciéndole con eso que se lo estaba perdiendo por querer cobrar un sueldo aceptable.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora