Al día siguiente, Ni-ki se levantó con un tremendo dolor de cabeza y más que todo porque en medio de su sueño logró recordarse de Bisco.
Con los ojos aún cerrados, buscó sus pantuflas hasta encontrarlas, caminó hasta el baño para lavar su boca y rostro, bajando a los minutos, restregando su ojo a la par que un bostezo largo escapaba de su boca.
Se detuvo abruptamente al llegar a la cocina y ver desde su lugar a Sunoo darle de comer al perrito, acariciando su cabecita mientras lo veía comer aún dándole la espalda pero pareció escuchar sus pasos anteriormente porque lo miró desde su hombro con seriedad pero sin parecer molesto.
— Las pastillas para el dolor están en la alacena.. O ahí creí verlas.
Asintió para ir a dicho lugar y encontrarse con las dichosas pastillas, a lo que se tragó una sin más y bebió un vaso de agua aún sin saber que decirle al otro para ver qué carajos hacer o si solo debía dejarlo ir. Pero fue Sunoo quien se acercó hasta él con los brazos cruzados, a lo cual alzó una ceja y el más bajo suspiró.
— ¿Llegaste hace rato?
— Me quedé anoche.— confesó, evadiendo su mirada, la cual adopto un brillo que él mismo se negaba en creer— Solo te lleve a la cama y cuando me quise ir, te caiste pero cuando traté de llevarte a la cama, corriste al baño y vomitaste.
Un sonrojo avergonzado cubrió su rostro, restregó su cara con cierta pena y soltó un quejido para volver su atención al menor.
— Disculpa por eso.
— No te preocupes, solo tuve que hacer que volvieras a la cama y después te pusiste a llorar porque querías que me quedara. Luego comenzaste a decir cosas que nunca entendí y te dormiste pero yo ya estaba muy cansado como para volver a casa.— trató de resumir— Ah, y a eso de las cinco, vomitaste otra vez pero llegaste a ensuciar el maldito baño.
— Mierda.
Apenas recordaba que llegó a la casa de K y bebió hasta que perdió la visibilidad y lo único que recordaba es que estaban hablando de él y su vida.
— Dormí en el sofá y Bisco se levantó como a las seis con hambre, así que me hizo compañía y hace rato volvió a despertarme.
— ¿Que hora es?
— Las doce. ¿Vienes despertando?— una carcajada bajita escapó de sus labios con cierta burla— Que bien.
Reconocía ese tono irónico dónde sea que lo usará, por ello solo rascó su mentón y decidió desayunarse con un pan que había en la despensa desde hace como una semana.
— Lo siento si te causé inconvenientes.
— Tampoco fue algo del otro mundo. Solo que te antojas de hacer un desastre cuando ya estaba durmiendo.— dijo, mirando su espalda desde su lugar— Hyung, me iré a Londres en unos días..— dejó lo que estaba haciendo para procesar lo que estaba diciendo— Será por una semana pero de todos modos, le quería decir.
— ¿Una semana? Creí que sería por más tiempo.— susurró en un intento de que no sonara tan desanimado con eso ya que se iría y significaba que no estarían en contacto por el tiempo que quería para él y tampoco podría al menos verlo una que otra vez.
— Puede ser que me quedé un tiempo más. Pero solo quiero estar allá unos días porque tengo que volver a la casa y no puedo llevar a Sun.
— ¿Con quién se quedará?— mordió su pan seco, dándose vuelta para mirarlo de frente pero a una distancia aceptable.
Aprovechó que Sunoo seguía evitando mirarlo a los ojos para tratar de disimular lo mucho que lo había estado extrañando esos días, conteniendo sus ganas de lanzarse sobre él y besarlo, deseando que le corresponda para pedirle disculpas ya que extrañaba simplemente pasar todo los días con él.
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𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』
Teen Fiction══════ •『 🕙 』• ══════ ░ 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐚𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐟𝐮𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞 𝐚 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫𝐥𝐞 𝐮𝐧 𝐢𝐧𝐠𝐫𝐞𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐬𝐭𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬...