ꕊ˘˖˙23 ◠ ⋆ ☄

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Iba a agradecer con cada segundo de su vida haber tenido la confianza de platicar con Ni-ki días atrás con respecto a su vida sexual como justo ahora que sentía como su novio lo follaba de manera deliciosa contra puerta del armario, casi terminando pero sentía que había pasado algo por lo tenso que lucía desde aquel día en que fue a casa de sus padres al parecer, le había asegurado que todo estaba en orden pero por lo pensativo y fuera de sí que lucía a veces, parecía que no era así.

Antes de que ambos se corrieran ahí donde estaban, terminaron de nueva cuenta en la cama, él estando encima de su regazo dando saltos y movimientos frenéticos, cubriendo apenas sus cuerpos bajo una sábana mientras Ni-ki lo embestía desde su lugar, alzando su pelvis a la par que apretaba sus mejillas que se encontraban ya rojizas de tantos azotes porque estaban ahí desde hace unos dos horas o más.

— M-mmg... L-llegas profundo~ gimió sonrojado, cerrando los ojos con sus labios entreabiertos para dejar que escuchará sus suaves gemidos.

— Si, sigue así.— murmuró con voz ronca, acariciando la punta rojiza de su pene mientras se deleitaba con la vista que tenía de su novio— Ah, casi llegas.

Siguió con su vaiven rápido hasta que quiso disminuir un poco la velocidad, sintiendo como el pene grueso del otro se adentraba hasta llegas al final, casi gritando de alivio cuando golpeó ese lugar.

— S-si.. Oh, Ni-ki, ¡Así!~ se mordió su labio inferior hagas hacerlo sangrar, dejando que un hilo de saliva se deslizara por la comisura de sus labios.

— Mierda, ya me estás apre-tando..— maldijo, tomando sus caderas para joderlo con más agresividad.

— Ah.. ¡Ah!~ lloriqueo, inclinándose para dejar que la boca del castaño devorará la suya— ¡Ah, Ni-ki! Me vengo~

Ante esto último, el mencionado salió de él para que sus penes se rozaran y masturbarlos a la vez, dándole una s últimas embestidas en falso, a lo que le dió vuelta a sus cuerpos, haciendo que el pequeño y cansado cuerpo del más bajo se salpicará con el semen de ambos.

— Ya estás..— le susurró con una ligera sonrisa, acariciando sus cabellos sudados mientras lo observaba desde su lugar, intentando recuperar el oxígeno.

— Hyung, quédate..— le pidió con un puchero.

Atrajo su cuerpo al envolverlo con sus piernas y Ni-ki se acostó junto a él, dándole una nalgada fuerte que le sacó un chillido para dejar que se acomodara sobre su pecho.

— ¿Cómo te fue en la universidad?

— Me quiero dar de baja.— susurró en tono bajo, acurrucándose.

— ¿De veras?— rió— Debe estar estresado pero recuerda que después viene el descanso.

— No lo creo.. Solo que he tenido un pequeño problema pero nada que no se pueda resolver.

— ¿Quieres hablar de eso?

También notó que el menor lucía un poco más decaído que de costumbre esos días, se obligaba a comer o pensaba las cosas durante ratos largos y no le gustaba para nada ver a su chico de bonita sonrisa así de apagado.

— Ahora no..

— De acuerdo.

— Hyung, ¿Y eso que no ha ido desde hace unos meses a ver a sus padres?

— Si voy, una vez a la semana pasó a saludar pero tampoco por demasiado tiempo. A veces se ponen algo histéricos y eso me estresa.— suspiró.

— Ya veo..

— Por cierto.— dijo, llamando la atención del rubio— He estado pensando en que quizás sería buena idea comprar...— le miró como queriendo que adivinara, lo cual Sunoo no quiso hacer por ahora ya que se esperaba algo malo.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora