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Sunoo sonrió ladino al encontrarse a Namjoon en la sala de estar cuando se despertó el día siguiente, el mayor terminaba de hacer una llamada telefónica y colgó en cuanto lo vió para servirle su desayuno.

- Buenos días, ¿Cómo amaneces?

- Bien, tío Nam.- se llevó un bocado de sus panqueques con jarabe a la boca, degustando el sabor- Está buenos.

- Gracias, me alegra que te gusten. ¿Quieres jugo?

El pelirrojo asintió, llevándose una mano para cubrir su boca.

- De manzana, por favor.

- Aquí tienes.- le extendió el vaso para sentarse a desayunar junto a él- ¿Y Ni-ki?

- Está durmiendo todavía.

- ¿Se quedó aquí anoche?- pregunta en un tono bajo.

- Sip, pero nos quedamos dormidos en la madrugada porque a mí no me gusta perder en Mario Kart.

El hombre asintió con detenimiento, comiendo mientras trataba de ignorar los constantes mensajes que le llegaban al teléfono y decidió seguir conversando con el menor.

- ¿Y que carajos se hizo en el cabello?

- Solo cambio el color.- dijo con sus mejillas abultadas a causa de la comida- Fuimos ayer en la tarde.

- Ya veo.

- ¿Más tarde vienen los de la empresa para la reunión?

- Si, espero no te moleste. Solo será un rato.

- Para nada. De todos modos, Nini y yo vamos a comprar algunas cosas para la casa.

- ¿Y eso?

- Pues, va a remodelar la cocina y el baño necesita la cerámica.

El menor siguió conversando por un largo rato mientras seguían desayunando, él asentía ante todo lo que le decía y cuando quiso hablar con él sobre algo, Ni-ki ingresó en la cocina con el cabello todo desordenado y el rostro aún hinchado.

- Sunnie, son las once de la mañana ya y-.. ¡Señor Kim!- recuperó la compostura al verlo junto al pelirrojo.

- Buenos días para tí también.- le dió una sonrisa de lado, terminando su desayuno para tomar el plato suyo y el de Sunoo para lavarlos- Voy a ver cómo va Jin con todo, regreso en un rato.- les dijo.

Unos minutos más tarde, Namjoon se había ido y ellos decidieron arreglar un poco la casa juntos para irse de regreso al cuarto dem pelirrojo tras unas dos horas más o menos y cuando los dos adultos llegaron.

Ni-ki se dejó caer en la cama, soltando un pesado suspiro y luego Sunoo se lanzó encima de su espalda, sacándole un quejido y casi junto al desayuno pero solo se rió divertido.

- Hyung, te quiero.

- Y yo a ti, amor.

Se dió vuelta para encontrarse con su rostro, dejando un corto besito al que le siguieron otros como piquitos sonoros.

- ¡Sunoo! Al menos guarden silencio que hay calor y estoy de mal humor.

- ¡Seokjin! Ni que Nishimura fuera tan depravado.

- ¡Son jóvenes, Nam!

- ¿Acaso tú eras igual entonces?

- ¿Acaso tú no?

Los dos novios se separaron entre risas ante la conversación normal de los adultos, Sunoo escondió su rostro en el cuello de Ni-ki y se abrazó a su cuerpo mientras la mano del contrario se paseaba por su espalda con cariño.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora