ꕊ˘˖˙22 ◠ ⋆ ☄

157 15 1
                                        

Una vez se despidió de los otros dos, caminó hasta la entrada de la casa con Sunoo, ayudando a éste a caminar ya que debido a lo (más o menos) que había bebido, se encontraba algo desorientado y balbuceaba palabras inaudibles para su conocimiento en tono bajo.

— Ah... Hyung, quiero hacer algún curso de autocontrol.

— ¿De veras? ¿Autocontrol en qué?— rió por lo bajo, subiendo las escaleras con él.

— Creo que tomé demasiado y mi-.. O no, solo estoy algo... Mareado.— sonrió de manera perezosa.

Lo dejó en la cama para darse vuelta e ir quitándose su ropa para intercambiarla por una más cómoda aunque prefirió darse una ducha para bajar un poco su nivel de alcohol, no sin antes cambiar la de Sunoo.

— Mmm..

— Sunnie, tienes que cambiar eso por algo más cómodo.

— Pero me veo bien así.— puchereo, queriendo que lo dejara así como estaba.

Ni-ki suspiró rendido al percatarse de que sus esfuerzos eran en vano, el chico se levantó apenas porque la única neurona que le quedaba de consciencia al parecer le dijo que seguía con su maquillaje puesto y no podía irse a dormir así, por lo que el otro aprovechó esto para ir al baño mientras tanto.

Sunoo se cambió por cuentas propia su ropa para quedarse con solamente una de las holgadas camisetas de su novio, envolviéndose en las sábanas para dormir tranquilo mientras escuchaba apenas el agua de la ducha correr.

En cuanto el japonés salió de la ducha, se encontró a su novio durmiendo plácidamente en su camita, abrazando su almohada mientras dejaba escapar ronquidos apenas audibles con sueño.

Sonrió al verlo con esa camiseta que le llamaba por la mitad de sus muslos para acostarse a su lado, acariciando sus cabellos suaves, dejando un beso para caer dormido a su lado y así poder descansar.

Sunoo giró su cuerpo con una sonrisa al percatarse de que estaba con él, acomodó su cabeza entre su pecho y pasó una de sus piernas encima de la suya pero el mayor dejó de pensar con coherencia en cuanto bajó un poco su mano a su cintura y en ningún momento sintió que el menor llevará consigo su ropa interior.

Nunca le había pasado algo parecido porque normalmente, Sunoo al menos se ponía un short o algo así pero quizás lo dejó pasar al sentirse tan cansado.

Unas horas más tarde, se despertó con la respiración agitada para encontrarse con la imagen del rubio enfrente suyo, quien había comenzando a dejar besos en su cuello mientras sacaba su miembro, comenzando a rozarlo contra su entrepierna descubierta.

— S-Sunoo-.. Ah.— intentó apartarlo apenas en cuanto dió un brinquito sobre su falo— Para, estás-..

— Claro que no..— formuló con un puchero, repitiendo la acción para dejar escapar un gemido algo audible— Hyung, quiero... Mmg-..

Se vió interrumpido en cuanto el castaño lo apartó con cuidado pero él se bajó de su regazo para acomodarse entre sus piernas, las cuales separó, pidiéndole permiso con esos ojitos miel cegados de lujuria para seguir, dejando un pequeño y corto beso a la par que se aproximaba cada vez más scon la intención que el castaño predecía pero antes lo detuvo.

— Detente..— y una idea maliciosa llegó a su mente perversa en ese entonces.

Caminó hasta el armario y de cierto lugar, sacó un aparato para luego tomar al rubio por sus caderas, estamparlo en la cama, separar sus piernas e ir introduciendo de a poco un par de canicas mientras gemía por la intromisión en su interior.

— H-hyung..— en eso lo obligó a volver a ponerse entre sus piernas, sacó su pene para ponerlo enfrente de él y al encontrarse momentáneamente con los ojos contrarios, prendió el aparato con el control que tenía en su mano para ver cómo su rostro se deformaba en una mueca de placer— Oh-.. ¡A-ahmg!~

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora