Dejó caer el teléfono de manera algo brusca en el sofá para soltar un bufido, mordiéndose sus uñas hasta que chilló por morderse la cutícula hasta sangrar. Miró la hora una vez más y maldijo el nombre del maldito que al parecer se creía quien sabe qué carajos para desaparecer y sin por lo menos dar pista o decir en donde estaba.
Eran ya las cuatro de la mañana y no sabía nada de Ni-ki, estaba preocupado y sentía que iba a vomitar todo lo que había comido esa noche por culpa del revoltijo en sus tripas.
Bisco tampoco podía dormir ni Sun mucho menos al verlo ir de aquí para allá en al sala como si fuera a dejar un hueco.
Entonces se rindió, quería llorar de la rabia porque si algo le pasaba a Ni-ki, se iba a culpar de por vida, tan pronto como se sentó en el sofá y abrazó un cojín, el pequeño perrito corrió hasta la puerta, la cual comenzó a rasguñar pero se quedó quieto y comenzó a gruñir desde su lugar, sentado en frente de la puerta.
Él se puso de pie porque creyó escuchar la voz de Ni-ki pero si que se llevó una gran sorpresa en cuanto abrió la puerta.
— Oh, Kim. Un gusto verte de nuevo.— le dijo una vocecita que odiaba a más no poder— Tu novio se puso muy mal y vine a traerlo. Trata de decirle que no beba demasiado porque después se arrepiente de las cosas que él mismo hace... No es posible que solo yo sea la única que tiene la culpa de todo.
Ignoró como pudo sus palabras pero un revoltijo se formó en su interior al ver el labio de Ni-ki roto, sus cabellos despeinados al igual que los de la estúpida desarreglada esa y el maquillaje de la misma lucía igual de desordenado que ella.
Se mordió su labio inferior, negándose a creer en lo que su mente le quería hacer pensar por que confiaba plenamente en que Ni-ki no era así y jamás haría algo solo porque sí y ya...
Pero ella era su ex-novia millonaria, no podía negar que lucía como la descripción de la perfección con esa abundante cabellera larga, esas pestañas largas que debían ser postizas como las extensiones que tenía de seguro pero a si tuviera ese cuerpo por cirugía, sentía que no podía competir contra todo lo que ella era.
Sus ojos se cristalizaron de rabia ante la risa burlona que la mujer dejó escapar, atrajo a Ni-ki por su cintura y lo guió hasta adentro como pudo entre tropezones, el mayor sudaba frío y balbuceaba algo inentendible pero solamente logró dejarlo en el sofá cuando Bisco comenzó a ladrar al ver a esa pelinegra acercarse a la casa.
— ¡Ah! ¡Controla a ese animal!
Llegó hasta donde ella estaba con los brazos cruzados, abrazándose del frío que había para mirarla con enojo, a lo cual ella lucía divertida pero no iba a seguir con todo eso.
— Váyase de mi casa.
— ¿Tu casa?
— ¡Lárgate!
— ¿No quiere saber-..
— No me interesa lo que me quieras decir, vete y no vuelvas aquí.— bramó con el ceño fruncido.
— Ah, Kim. Eres tan estúpido.— rió entre dientes— ¿De veras confías en él? Nini es bueno en decir mentiras, ¿Verdad?— rodó los ojos— Pero déjame decirte que todo ese tiempo en el que te dijo que iba a ver a su familia, iba a mi maldita casa a verme a mí. Han sido tantas las veces en las que me ha buscado aún estando contigo, Sunoo... Y aunque tú mismo lo has notado, prefieres engañarte con esa mentira de que Ni-ki tiene ojos para ti solamente.— dijo en tono de burla— Pues lamento desilusionarte, pero eres su perfecta segunda opción aunque no lo creas. Te lo digo porque yo he estado con él y por lo visto lo conozco más que tú. Pero el "amor" que le tienes te ha convertido en un ciego de verdad. Él me sigue buscando.
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𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』
Novela Juvenil══════ •『 🕙 』• ══════ ░ 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐚𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐟𝐮𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞 𝐚 𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫𝐥𝐞 𝐮𝐧 𝐢𝐧𝐠𝐫𝐞𝐝𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐬𝐭𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬...