ꕊ˘˖˙07 ◠ ⋆ ☄

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Nota: Solo advierto que desde aquí comienzan a haber escenas de smutt y si el contenido no es del agrado del lector, le pido que abandone la lectura con muito cariño y evite dejar malos comentarios plis TT y lea bajo su responsabilidad 🙏🏻














































































Ambos se dejaron caer en el colchón con la respiración agitada, siendo el pelinegro quien estaba completamente sonrojado mientras un delgado hilo de saliva se deslizaba por la comisura de sus labios brillosos, bajo la mirada del mayor, quien dejó besos esparcidos por su nuca, apartado la tela de su abrigo para llegar a su cuello, succionando apenas la piel descubierta de dicha zona, sintiendo sus sentidos despertar cada vez más antes los gemidos bajos que Sunoo intentaba callar cerca de su oído.

— H-hyung.. N-no pare.— le pidió en un tono bajito.

Tampoco es como si quisiera detenerse justo en ese momento y dejar todo como si nada pero tenía en mente el hecho de que-..

— Ah~ soltó una maldición encima de la piel del pelinegro al sentir como sus miembros se rozaron por accidente y el otro comenzó a restregarse en busca de más fricción— P-por favor..

— Ahora-.. Creo que no.— el constante roce lo estaba distrayendo más de lo que hubiera deseado, entonces sintió como el otro se ponía cada vez más duro y supo entonces que estaba perdido— Mierda.— se apartó con el calor a flor de piel, observando el rostro jadeante de Sunoo debajo de él, sintiendo como la sangre se acumulaba desesperadamente en su pene con solo ver al menor de tal forma.

Luego podía molestarse en echarse la culpa si quería, pero no podía seguir fingiendo que no deseaba poder tener al chico de todas las jodidas formas que se le venían a la mente cada vez que pensaba en él. Se mordió su labio inferior, inclinándose para dejar un beso sonoro en los labios del más bajo e ir quitandole su pantalón de pijama, lanzándolo en algún lugar de la habitación para comenzar a dejar lamidas en su cuello que le enviaban espasmos a través de su cuerpo.

El pelinegro se sonrojó en su lugar en cuanto fue despojándolo de su abrigo, por lo que hizo lo mismo consigo para reincorporarse nuevamente entre sus piernas.

— No haré nada que no quieras.— le susurró en tono bajo, comenzando a restregar sus erecciones por encima de la tela de su ropa interior— Dime si quieres que me detenga.

Sunoo asintió con los ojos cerrados, intentando relajarse a pesar de lo nervioso e insuficiente que se sintió repentinamente al estar en esa situación dado el hecho de que sentía que su cuerpo no se veía tan atractivo como el del mayor.

Sentía como las manos ajenas se paseaban por su cuerpo para distraerlo, en las zonas más sensibles en especifico y así sacándole gemidos que callaba sobre la piel del hombro de Ni-ki. Tembló en cuanto los dedos fríos del japonés comenzaron a acariciar su pezón derecho sin tanta fuerza al principio, solo apretándolo y pasando la yema por encima hasta ponerlo completamente erecto.

— N-Ni-ki..— curvó su espalda debajo del cuerpo contrario, sintiendo como la erección del otro incrementaba junto a la suya— M-mmg~

Quería tener la suficiente seguridad en ese momento como para poder evitar pensar demasiado en no cometer un solo error aún cuando era un completo inexperto.

Los toques en su cuerpo siguieron en repetidas ocasiones hasta que terminó dejándose llevar por el calor que estaba presente en su cuerpo y la presión en su vientre bajo incrementó al punto en que se corrió entre gemidos audibles, mojando su ropa interior y parte del cuerpo de Ni-ki. Apenas había durado unos cuantos minutos, por lo que un fuerte sonrojo no tardó en llegar a sus mejillas y cubrió su rostro algo avergonzado, a lo que el mayor rió por lo bajo para dejar besos en sus labios.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora