ꕊ˘˖˙17 ◠ ⋆ ☄

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A la mañana siguiente un fuerte dolor de cabeza se apoderó de todo su cráneo en cuestión de segundos cuando abrió los ojos debido a que los rayos de sol golpearon su rostro. Un ronco sonido escapó de su garganta, y soltó un bostezo para luego encontrarse con un vaso de agua y las pastillas para el dolor en la mesita de noche.

Apenas podía recordar con claridad todo lo del día anterior, un amargo sabor llegó a su boca y corrió al baño, vomitando todo lo que había consumido. Para el momento en que salió luego de asearse, se tomó la pastilla y se sobresaltó al encontrarse con los cabellos rubios de Sunoo trás él.

- Me sorprendiste, Sun.- rió por lo bajo, observando la bandeja de comida con la que se acercó a él- ¿Te di muchos problemas?

- Nopi.- niega con una sonrisa de lado- Te preparé el desayuno, hyung.

- Gracias.

- Dejé algo en la cocina. Ya regreso.- dijo, saliendo casi entre carreras a dicho lugar.

Un jadeo de satisfacción salió de su garganta en cuanto degustó el rico sabor de la sopa que había preparado el coreano. En ese tiempo juntos, habían también aprendido a cocinar lo necesario como para evitar morirse de hambre o de fiebre. Pero era a Sunoo a quien se le daba mejor.

El anteriormente mencionado volvió con dos vasos de jugo para cada uno.

- Yo-.. Lo siento por lo de anoche. No fue algo muy responsable de mi parte.- murmuró con una ligera mueca.

- Pues.. ¿Quieres hablar de eso?

- ¿No lo dije anoche?

- Bueno; si.- confesó con una ligera sonrisa, mirando que se había terminado casi toda la sopa- Hasta lloraste.

- Oh, maldición.

Cubrió su rostro avergonzado ante la risa divertida de su novio. Odiaba a más no poder verse vulnerable, y a lo mejor se vio ridículo horas atrás pero entonces Sunoo quitó el tazón de su regazo para lanzarse encima suyo y dejar besitos por todo su rostro.

- Sabes que puedes confiar en mí. También me sentí bien de que expresaras lo que te pasó y el como te sentías... De lo contrario, sentiría que estaba fallando en algo.

- Cierto. Solo no me gusta parecer un llorón.

- ¿Y yo soy el único que puede, Nini hyung?- pregunta con un puchero.

- Está bien, está bien. Soy un llorón.- se burló.

El menor rió negando ante sus palabras para acurrucarse en su pecho un momento, ronroneando ante la calidez y lo muy a gusto que se sentía al estar así con su novio después de unos días, él se dedicó a acariciar sus cabellos con suavidad, pensando en que carajos iba a hacer ahora con su vida.

- Así puedes tomarte unos días de descanso.

- Si.. Aunque de todos modos tendré que buscar la manera de salir de esto.

- Lo podrás conseguir sin problemas. Tampoco es como si nunca hubieras aprendiendo a multiplicar y dividir.

- Mmm.. Estudié lo necesario aunque de nada me servirá si no tengo la licenciatura.- suspiró con pesadez.

- Deja de ser tan pesimista.- tomó su mentón con delicadeza, abultando sus labios para dejar un pico en los contrarios- Eres listo y eso es lo que a cualquiera le importaría.

- Tienes razón. Confío en lo que tú opines.- susurró, quedándose embelesado en los ojitos contrarios- Joder, ¿Porque eres tan bonito?

Unió sus belfos en un suave beso, el cual le fué correspondido al poco tiempo. Las manos del rubio se pasearon por sus hombros con ansias, luego dejó escapar un jadeo bajo en cuanto se separaron apenas para recobrar la respiración, volviendo a lo anterior en unos minutos solamente.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora