ꕊ˘˖˙04 ◠ ⋆ ☄

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Llegaba de dar un paseo con Jungwon esa tarde en la que se encontró con el mayor sentado en ese lugar del jardín delantero de su casa en dónde había sombra, tenía uno que otro rastro de sudor por su rostro, a lo que lo atribuyó a que seguramente estaba terminando de arreglar las plantas del jardín y se acercó para saludarlo con una sonrisa ladina, la cual el japonés le correspondió.

- ¡Hyung!

- Sunnie, ¿Que tal tu día?- le pregunta con una sonrisa cálida que flechó nuevamente el corazoncito del más bajo.

Jodeeer, Ni-ki era demasiado guapo para su débil ser.

Se mordió su labio inferior con un sonrojo, relamió sus labios para responder a la pregunta de Ni-ki pero en eso escuchó la vocecita de su amigo a unos metros, por lo que se giró sobre sus talones de manera infantil, apretando sus puños porque su amigo estaba arruinando su momento con su hyung.

Planeaba confesarle sus sentimientos y se lo había platicado a Jungwon anteriormente pero es ahora cuando se preguntaba si Wonnie lo había a propósito o ¿Que hacía allí?

- ¡Sunoo! Olvidaste tu teléfono y ¡Hola, hyung!- le saluda alegremente al mayor, quien le devolvió el gesto- Oh~ ¿Estaba podando el jardín? ¡Eso es bueno! Quizás Sun Sun puede ayudarle.- dijo a modo de indirecta para su amigo, mirándolo con un inocente puchero y Ni-ki rió- Aquí está tu teléfono y adiós, Ni-ki hyung.- se despidió con una boba sonrisa para irse pero no sin antes darle una mirada divertida a su amigo.

Sunoo rodó los ojos con un tono rosita en sus mejillas abultadas, quiso ayudar al mayor con algo más pero éste se negó amablemente ya que no quería que el chico se ensuciara, por lo que al chico se le ocurrió una espléndida idea.

- ¡Ya regreso!

- Está bien.- sonrió ladino, mirando como el chico corría de manera tierna pero reaccionó en cuanto vió que su perro lo siguió igual de alegre- ¡Hey! Tu no, bobo.- lo alcanzó, a lo cual el perrito se mostró en desacuerdo porque no quería seguir allí acostado mientras su dueño hacia y deshacía con la vegetación del jardín.

Por otra parte, el menor buscó los ingredientes necesarios para hacer una limonada.

Limones, azúcar, agua.

Con eso debía ser más que suficiente y una vez estuvo lista, ordenó un poco la encimera para ir nuevamente con su crush pero antes se arregló un poco más y se dió un baño, se colocó algo presentable y tomó los vasos y la jarra para ir a la casa de al lado.

Ni-ki lo debía tener taaaan enamorado que hasta le dejó el vaso más bonito a su parecer y también le hizo un jugo refrescante para la calor que comenzaba a hacer en esa mañana, casi mediodía.

- Volví~ esbozó con un sonrisa cálida.

A veces se preocupaba por ser un estorbo para el mayor pero por lo visto, no lo era.

Para Ni-ki, Sunoo era un lindo chico y le tenía cierto cariño porque fue y siempre será la primera persona que se preocupó por saludarlo al menos más de dos veces al día desde que se mudó a ese lugar. Su compañía era agradable y maldecia en veces el hecho de que Sunoo tuviera a alguien más en mente ya que sentía que el chico pelinegro de brackets le llegó a gustar hasta cierto punto.

Le faltaba poco para terminar, por eso decidieron tomar asiento y él descansar un rato mientras se tomaba un vaso de la divina limonada que preparó el menor.

Lo notó mirándolo en momentos en que pensaba que se descuidaba y le miraba de regreso, a lo que se percataba del tierno rosa en sus mejillas, por lo que se preocupaba de que estuvieran en un lugar en que estuviera haciendo calor.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora