ꕊ˘˖˙39 ◠ ⋆ ☄

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Sunoo lloriqueaba entre gemidos, un hilo de saliva corría por su boquita entreabierta y su cuerpo se sacudía con cada embestida que su novio le otorgaba mientras gruñidos y roncos gemidos escapaban de su boca ante los melodiosos y dulces sonidos que le provocaba al menor.

— N-Ni-ki... M-más-.. A-así~

Era como sentirse drogado sin ninguna duda, amaba en demasía como podía poseer su cuerpo de tal manera y hacer que espasmos recorrieran su piel en compañía de la vibrante ola de placer.

— Ah, estás tan caliente aquí adentro, bebé..— dijo sobre el lóbulo de su oreja para dejar un mordisco juguetón— Me haces adicto a ti, Sunnie.

La cama se movía hayas hacer que chocará contra la pared, su cuerpo brincaba de alguna forma y rebotaba a modo que cuando el rubio lo embestía de nuevo, se movía y por ende sus gemidos salían de manera desordenada en combinación de gritos que eran interrumpidos.

Era en ese momento en que se sentía abrumado por las embriagantes sensaciones en su cuerpo, la manera exquisita en que Ni-ki lo follaba, el viscoso ruido que generaba su culo con cada que el pene se adentraba en él y la manera sonora en que sus adoloridas y rojizas nalgas resonaban con cada que el otro golpeaba sus bolas contra éstas.

Sentía que se iba a volver loco.

— ¡Ah, Nini! E-eres t-tan bueno~

Tenían más de unas dos horas en eso pero tampoco es como si esa fuera lo segunda vez después de todo.

Sentía que el miembro del rubio golpeaba su estómago con cada vez que se adentraba de nuevo en él, abriéndose paso entre sus mejillas redondas y ya marcadas con chupetones visibles de todos los tamaños.

Hubo un momento en que Ni-ki detuvo sus acciones para darle vuelta, haciendo que su abdomen quedará en el colchón y tomó sus caderas para seguir penetrando con rapidez desde su lugar, a lo cual Sunoo se dejó caer para separar sus mejillas mientras se encargaba de chocar su pelvis contra él.

— Hyung, m-me si-ento muy lleno~

— ¿Es demasiado?— se detuvo a preguntar, riendo al ver la mirada de indignación en el más bajo porque paró por un momento solo para molestarlo.

— ¡No! M-muévete o t-te juro que voy a-..

— ¿Que? ¿Que vas a hacer?— le retó, saliendo solo para darle una nalgada fuerte que lo hizo ver de lado con lágrimas en sus ojos por que había estado tan cerca.

— ¡Ni-ki!

— Cállate y dime de una puta vez que ibas a hacer.

— Te voy a amarrar de la maldita cama y me voy a meter un dildo en el culo para que me veas y ni creas que te voy a-..

En eso se vió interrumpido cuando el otro alcanzó un frasco de chocolate que usaba para comer con sus panqueques para esta vez verter una gran cantidad en todo su culo, acercando su cara para mordisquear la piel que tenía a su disposición ya que se negaba a solo ser espectador.

— Mejor ábreme más tu culo necesitado para que te lo pueda comer a gusto.— fue lo único que dijo.

— ¿Q-qué si no lo hago?

— Así como me haces esperar, te voy a esconder todo lo que tienes en el puto cajón y no te voy a joder en un buen tiempo.

Una risita burlona adornó la expresión del más bajo, quien rodó los ojos para luego mirarlo con un brillo lujurioso en su expresión antes de hundir por su cuenta dos de sus dedos y moverlos con rapidez dentro suyo, bañando en parte sus dedos con el espeso dulce.

𝐍𝐞𝐢𝐠𝐡𝐛𝐨𝐮𝐫『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora