Ale
A pesar de los acontecimientos de la semana pasada he aprendido a guardar mis problemas solo para mí y no transmitir a los que me rodean. Ahora que estoy en esta faceta entiendo a mi abuela, de como ella siempre me sonreía a pesar de que a veces no le alcanzaba para la comida. Nunca demostró lo difícil que era ser responsable de una menor de edad, a pesar de que no teníamos el presupuesto necesario para la cosas que necesitaba ella siempre se mostró positiva.
No niego que a veces lo notaba, notaba su preocupación y angustia de no poder darme lo mejor. Pero lo que ella no sabía era que ella era lo mejor para mí. Puede que a veces no aguantaba la curiosidad de saber lo que estaba pasando y fue ahí cuando por la noche me salí de mi habitación para ir donde ella, fue la primera vez que la escuché llorando, implorando que vengan cosas mejores.
Pero no quise ser molestia así que no me quedé por mucho. Y esa noche prometí salir de esa situación que enfermaba a mi abu. La idea de trabajar en una cafetería no le hizo gracia. Pero tuvo que aceptarlo pues un dinero extra no nos venía mal.
Perdí a mi abu cuando solo faltaban días de mi graduación. Solo faltó tres días para que me viera con sus propios ojos lo que conseguí gracias a ella. Y si ella conociera a Sebastián no solo lo trataría como bisnieto sino como su propio hijo.
Es de mañana del día sábado —el cumpleaños de Sebastián— el no se encuentra, ya que lo mandé con Tyler por ahí. Solo espero que estén bien y no se les ocurra ninguna tontería.
Su relación ha mejorado un poco. Bueno Sebastián no lo mira mal en todo momento ¿Podría considerarse un logro? No sé. Puede que si.
Ahora estoy arreglando la pequeña sala de celebraciones que se encuentra en la planta alta del edificio, es como una azotea en el aire libre.
Estoy arreglando todo yo sola para que salga bien. No voy a negar que también me contratado a tres personas para que me ayuden
Está la chica que diseña el interior.
Está el chico que se encarga de la comida incluyendo el pastel.
Y está el que arregla los desastres que hacemos todos.
—¡Por los cielos Martha! —camina hacia la chica que ha tirado una de las sillas sin querer— ¡Tus manos deberían arreglar no destruir!
— ¡Lo siento! Fue sin querer —ella levantó la silla y la colocó en su lugar. Después colocó un plato lleno de chocolates— La silla estorba. —comentó
— No se muy bien de estas cosas de diseño o como se llame pero tiene razón —opino Sergio— Casi me caigo con pastel y todo por esta tonta silla.
— La silla se queda tal y como está —federico los señala a todos— y el que la mueva lo lanzarme por el balcón —cuando se iba a dar la vuelta se tropieza con la silla y cae— ¡Aaaaah!
Los tres reímos.
—¡Que hacen ahí! —nos grito— ¡Ayúdeme!
— ¿Que piensa ahora de mover esa silla?
El callo pero la movió por otra parte.
Me alise el vestido morado que me escogí para la fiesta con unos tacos blancos no muy altos. Además me dió flojera hacerme un peinado así que domas me deje el cabello suelto con una trencitas de lado.
Mientras ellos seguían discutiendo y haciendo su trabaja mi móvil sonó.
Padres de Gaby.
Que no sea nada malo.

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La Adopción Correcta
Teen FictionEn un mundo donde los secretos se entrelazan, una madre hace un sacrificio desgarrador al abandonar a su hijo en un orfanato. Cuando el niño crece su posibilidad de ser adoptado es muy baja pero misteriosamente aparece Amelia en su vida. Pero lo qu...