Tyler.
Aveces la vida me odia —lo digo en serio— estoy un miércoles muy temprano en el hospital y lo peor es que no estoy atendiendo, sino firmando papeles y papeles —los cuales ni me molesto en leer— solo los paso rápidamente para poder marcharme.
Extrano a Ale. Ella hacia mis días menos aburridos. Estúpida Eda, estúpida Ale.
Bueno igual no vendría a pesar del pequeño problema de Eda. Por sus vacaciones adelantadas y su nuevo trabajo ser madre.
La verdad cuando me lo dijo me quede en shock, nunca pensé que ella queria ser madre —Y eso que soy su mejor amigo— pero fue un día normal y corriente en la cafetería del hospital cuando me lo confesó.
— Quiero adoptar a un niño —estábamos riendo de la nueva chica que había ingresado. Mejor dicho yo me estaba riendo de ella, por confundir unos papeles.
Pero toda risa se quedo atrás cuando me lo dijo.
—¿Que? —Su risa se engancho, sus mejillas se sonrojaron y me lo repitió de nuevo
— Voy a adoptar, tyler
—¿Eh?, ¿Cuando? ¿Donde? ¿Por qué? ¿A quien?
— Aún no se.
—¿No sabes? ¡Vas a adoptar a un ser vivo no puedes tomarlo a la ligera!
— ¡Lo sé, lo sé! —la tome de las manos.
— ¿Estás segura de hacerlo?
— Si
—¿Cuando lo decidiste?
— Desde cinco años atrás.
— ¿Segura?
—Si, estoy segura. —le solté las manos. Se acomoda su bata blanca del hospital y se acomodo también un mechón tras la oreja— No sé si a un bebé, o un adolescente o..
—¿Adolescente?
— Si. Pero no sé si niño o niña.
— Ah....
— ¿Es mala idea?
—No, que va —dije— es tu decisión y tu vida.
—¿Pero?
— No estoy listo para ser tío —bromee.
Ella se la paso haciendo trámites por un año completo, para poder obtener a Sebastián.
Cuando me dijo que estaba convencida de darle un hogar especialmente a el, Vi que sus ojos brillaban con ternura. Ella se iba a convertir en la mejor mamá del mundo.
Pero después vino todo esto de Eda y yo.
Se que debo disculparme pero me da miedo llevarme otro golpe por parte de ella. La última vez no fue agradable tener el ojo morado.
—¿Tyler? —llamó Bertha, la novata. Interrumpiendo mis recuerdos.
—¿Dime?
— eh....
—¿Necesitas ayuda en algo? Estoy muy ocupado.
— ¿Sabes cómo sacar copia de ambos lados? —suspire pesadamente— Ya eh dañado un paquete de hojas.
— Está bien, enseguida te ayudo —era mejor que estar sentado.— pero me burlarte de ti después.
— No lo dude —rió ella.
Así que la ayude a sacar copia y volví a mi oficina a seguir formando papales.
Justo cuando ya tenía el último papel firmado pude respirar de nuevo.
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La Adopción Correcta
Roman pour AdolescentsUna joven que la traicionaron. Un niño que sufrió sin ser responsable de un error. Una joven que no tuvo otra opción. Un adolescente que se crío con odio. Una madre que lo dió todo por el. Otra que solo remedio sus acciones. Un chico que dos veces p...