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Ale

Escucho la alarma que marcan más 5 de la madrugada y la detengo. Es el décimo día que lo hago, no eh madrugado como siempre.

La verdad ya no lo veo necesario, además ¡Hoy es el primer día de clases! Y también es otro día sin hablar  con Eda y Tyler. Le envié un mensaje a ella pero después me dijo que no podría ir y me quedé sin nada.

El otro ni que se diga.

Cierto los ojos de nuevo.

Las luces se apagan y cuando me acostumbro a la oscuridad veo a mis padres juntos como la última ves, papá se levantó a las 5 de la mañana como siempre hacer ejercicios, mamá aún duerme plácidamente en su habitación. En cambio yo estoy dando vueltas en la cama esperando que ya salga el sol.

Como ya no aguanto más, salgo de la habitación a camino al pequeño gym de papá.

—¿Que haces despierta? —tenia en brazos a mi peluche flyn. Papá se agachó y me cogió en sus brazos— ¿Te he despertado?

— No. Solo ya no aguantaba la cama —me agarre a el— Mamá sigue durmiendo.

Papá sonrió cuando la mencione.

— Algo es seguro. Saliste a mi.

Sentí un tirón de la sábana pero lo ignore. Pero no se detuvo. Gruñí.

—¡Ale! —Abri mis ojos— ¡Hoy es el primer día de escuela! ¡Ya es tarde!

— Sebas....—gruñí de nuevo— Vas en la tarde.

—¡Pero no eh desayunado! —me acerque al reloj 7:00. ¿Para la 1? Ufs.

— Ya, ya —me levanté— que maneras de despertar a la gente Sebas.

— ¿Por qué no te madrugaste? Llevas días durmiendo hasta las ocho.

— La edad

— Pero no eres tan vieja —ladea la cabeza— ¿O si?

— No, claro que no ¡Estoy en la flor de la juventud!

— ¿Entonces?

— Me ha agarrado la pereza —caminamos hasta la cocina. En pijama— Y también no me apetece hacerlo.

—¿Por qué?

— Porque estás tu

—¿Eh? Por mi culpa no...

—¡No! —exclame antes que pesará que por su culpa eh dejado hacer algo que me guste— la verdad que el horario se lo robe a mi padre, el era quien me condujo a levantarme temprano y hacer ejercicio. Y lo hacía por qué me sentía sola....y bueno ya no lo estoy.

— Ah. —caliente agua para mí café y comencé a preparar unas tortillas de harina.

Nos quedamos en silencio mientras terminaba el desayuno. Tenía planeado dormir hasta las mismas doce, pero no podía ¿Por qué? Por una lista de cosas que tenía que hacer.

La Adopción CorrectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora