La Adopción Correcta

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Ale.

Cuando abro los ojos lo primero que veo es un techo que no es mío. Se dónde estoy, me levanto. Miro mi reloj son la diez de la mañana. Tengo que retomar mi horario normal.

Me veo en el espejo, solo tengo puesto la camisa de Tyler que tiene un logo de un balon de básquet y una bragas. Voy al baño y me cepillo los dientes con el cepillo que Tyler me dió antes de irme a dormir. Me lavo la cara y me visto con mi ropa de ayer. Si el mismo pantalón de tela color café claro, la camiseta manga larga color celeste y recojo la bata del hospital y salgo de la habitación.

Pensé que me contraria con un Tyler dormido en el sofá pero no. Sebastián está viendo la tele cuando me ve corre y me abraza. Tyler se da cuenta y se levanta del sofá. El solo cargaba una pantalón celeste y una camiseta manga corta de color roja.

— Buen días —dijo.

— buenos días, Ale.

— Mamá —sebastian deja de abrazarme. Quiere preguntar y lo sé pero no lo hace en vez de eso dice otra cosa— ¿Quieres desayunar? No hemos quemado nada

—¿Enserio? —miro a Tyler.

—Todo está bien preparado y no hemos comprado nada —asegura el.

— pues entonces si quiero.

— Quieres decir que si las empanadas estaban quemadas no las comerías?

— Pues no Tyler

— Has herido mi espíritu cocinero.

— Ya lo superarás. —me dirigo a al comedor.

Huele bien la verdad. Además no hay tanto dessastre como la otra vez.

Cuando terminamos le aviso a Tyler que es mejor irme a mi departamento para que Sebastián se cambie de ropa para ir a su colegio.

Cuando nos deja en el departamentos nos acompaña a dentro.

—salgo rápido —aviso Sebastián entrando a su habitación.

— Yo también me tengo que cambiar

— De acuerdo —entro y dejo a Tyler en la sala sentado.

Me desvisto y me meto en la ducha. No tardó tanto en salir, busco ropa para ponerme y decido no ir al hospital si no que mejor iré a trabajar.

Es mejor.

Me pongo un pantalón de tela negro una camisa manga larga y me la pongo por dentro, unos deportivos blancos y me ato en cabello en una dons con mechones sueltos en la cara.

Salgo y agarro mi bata. Sebastián ya está listo.

—¿Llevas todo?

— Si

— Te compraré algo para que comas en el camino. Ya podemos irnos.

— Voy por el  coche —dice Tyler marchando sé .

Tengo que hablar con Sebastián.

—Sebastian, tengo  que decirte algo —asiente— Quiero que primero me escuches y cuando termine te daré la oportunidad de hablar ¿Okey?

— Esta bien.

Nos sentamos en el sofa.

— El día de ayer no fui a recogerte porque estaba en el hospital —suelto— me llamaron para avisarme que —trago saliva— Diego....escucha, hubo un tiempo donde tenía un novio, las cosas iban bien entre nosotros en esa época pero luego sucedieron cosas que hizo que nuestro matrimonio se acabará, bueno estoy separada de el, pero en un papel y de forma legal el sigue siendo mi esposo.