Mina o Milena (verdadera identidad Ginger)
Recuerdo en momento cuando decidí alejarme de este tonto orfanato, Sebastián estaría mejor sin mi ahí dentro, no solo lo he lastimado sino que he hecho que nadie lo adopte con una mentira.
Pero si ellos no lo quisieron así, porque dejaría que ellos adopten a mi hijo. Se que cuando me recuperaría ellos me llevarían a otro lugar los escuché.
— se que no se encuentra bien, deberíamos llamar a un hospital. —dice una mujer. Creo que era la directora del lugar.
— ¿Un hospital de ayuda? —ella asiento.
— El niño se encontraba en muy malas condiciones con ella. Ginger necesita ayuda para cuidar a su hijo.
Querían encerrarme en un maldito hospital psiquiátrico. Y no lo iba a permitir.
Esa misma noche hice maletas, robe una que otra cosa para conseguir dinero. Le hice una carta a Sebastián y me marche.
Pero cuando el dinero se acabó no tenia donde ir. Por eso cambie mi look y me hice pasar por otra persona, no solo tendría un lugar donde vivir sino que también lo tenía cerca.
Tenía que estar con el ha pesar de todo. Es mi hijo. Y nadie me lo quitaría.
Por eso mismo invente su enfermedad, Sebastián no tiene ningún problemas de salud, pero cuando me di cuenta que un amigo de él ¿Andrés? No lo sé, le mostraba un rana Vi el momento perfecto para mentirle a todos ellos sobre su desmayo.
—Un problema de corazón —asentí.
— Por ahora está bien, pero eso no garantiza que en el futuro empeore —sueno tan seria que hasta yo me lo creo.
— Pobre chico. Tendrá problemas para encontrar una familia.
Y así fue, llegaron tres familias —las que por suerte tenían animales que asustaban a Sebastián — Y las tres veces lo devolvieron. El ya no tenía esperanzas de ser adoptado. Era dificil que lo adoptaran siendo un niño. Peor cuando creciera sería peor.
Tenia pensado en irme con el lejos. Pero no tenía en dónde caerme muerta, dependía de ese maldito lugar. Sebastián nunca sospecho que era su madre, cambie tanto que ni yo misma me reconocía.
El me quería y deseaba que lo adoptara, pero no podía, no solo por ser ilegal en ese maldito país, sino que tenía una identificación falsa. Y eso es cárcel segura.
Le mentí a Sebastián varias veces y el no dude en creerme en todas.
Todo iba bien, hasta que llegó esa mujer.
Baje la guardia pensando que no vendría por el. También escuché que tenía problemas legales de divorcio que no me pareció importante.
Pero cuando la directora me lo dijo me lo lamente todo una noche.
— Por estúpida —me di contra la pared.
Ella consiguió la adopción. Sin importarle la maestra del supuesta enfermedad de Sebastián, lo acepto y ganó.
No valió nada pagar a uno de los testigos para que la dejara mal. Esa estúpida fallo y se llevó mi dinero.
Sebastián se fue de mi lado y no tenía sentido seguir en ese lugar.
No podían tener algo que es mío. No más.
Me fui como el primer día, desaparecí de ese lugar, pero tuve que volver de nuevo una vez más. Los chicos no me vieron solo lo hizo Domenica.
— ¿Mina? —pero no fue problema alguno.
Ella pensó que necesitaba tiempo, pues ella creía que lo había hecho por qué me afectó que se llevarán a Sebastián.
ESTÁS LEYENDO
La Adopción Correcta
Teen FictionUna joven que la traicionaron. Un niño que sufrió sin ser responsable de un error. Una joven que no tuvo otra opción. Un adolescente que se crío con odio. Una madre que lo dió todo por el. Otra que solo remedio sus acciones. Un chico que dos veces p...