La Adopción Correcta

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Sebastián

Marcos amaga con pasársela a Robert, y logra su cometido, sigue solo, esquivando a uno que otro jugador.

Corro por el lado izquierdo para alzar la mano cuando lo veo rodeado, la alza y la atrapó con el pecho, la bajo a mis pies y corro con ella. Pero no puedo tenerla por mucho tiempo uno del equipo contrario me empuja con fuerza y me desequilibrio.

Pierdo el balón

Ale.

Cuando veo que lo empujan me levanto de las gradas y grito

—¡No empujes a mi bebé! —sentencio. Intento bajarme e ir por el, pero me detiene el entrenador con un solo señalamiento de dedos. Me siento de nuevo y veo a la chica que tengo a lado. Está nerviosa también.

Sebastián

Andrés intenta no dejarlo pasar y se gana una caida al suelo.

Okey están jugando demasiado brusco.

—¡hey! —se queja Andrés alzando la mano. El árbitro no dice nada y el se lavaba rápido.

—¡Eso se considera falta o advertencia! —grita el entrenador.

—¡No lo dejes pasar Antonio! —grita Andrés. El hace lo que puede.

Pero igual logra pasar. Ahora me toca a mi. Y prácticamente me boto hacia el para sacar el balón, el choque provoca que se caiga encima mío.

Ale

—Ufs! —escucho atrás mío.

—¡Saca tu tonto trasero de encima de mi mejor amigo! —chilla la chica.

Mi corazón va a mil.
Sebastián se lo quita de encima y se levanta, el árbitro le dice algo y todo continua.

Sebastián.

— ten cuidado —me dice.

— Fui por el balon no por el.

— De igual manera, puedes provocar una lección —con esa amenaza se va.

— ¿Estás bien? —asiento— Ten cuidado.

¿No entienden que estoy bien?

Corro de nuevo. Hay tiro libre por parte de ellos, lo bueno esque es lejos del arco.

Me posicionó delante del que va a patear.

— No me deja —se queja.

— retrocede un poco —me dice el árbitro.

— Estoy bien —le dijo. Con la mirada me vuelve a ordenar y lo hago— ¿Ahora lo puedes hacer o necesitas más espacio?

— Chico....—advierte el árbitro.

El chico patea y yo atrapó el balón fácilmente.

—¿para eso querías el espacio? —niego. Corro y se la paso a Robert.

Ale.

Miro de un lado a otro.

— ¡Que ridículo ha sido eso! —menciona el locutor José— lo único que van a conseguir jugando así será un peor primer tiempo.

— Yo veo que el equipo grifos está muy violento ¿O soy yo?

— Está violento pero las águilas azules están quedadas también. Veo al chico Sebastián muy distraído. No se ve que sea el mismo jugador de los otros partidos.