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Tyler.

Cuando veo que Ale se mete en su habitación pego un suspiro y dejo el trapo de la cocina.

—¡Hey! —se queja Sebastián al ver que no lo ayudo.

— a callar —saco mi celular.

— si no te lo han dicho te lo diré yo —se cruza de brazos y por un momento me doy cuánta que Ale le ha pegado sus expresiones al pobre chico— eso —señala el desastre de la cocina — lo has hecho tu.

— Ya —lo ignoró— sigue tu.

—¡Ma..! —dejo mi teléfono encima del mesón rápidamente para taparle la boca— ¡Jummm! —intenta hablar.

— sht! —miro al cuarto. No sale mejor— Tengo que pedir un desayuno americano para tu mamá. Si sigues gritando no solo vamos a ver una pared blanca los dos por una hora entera. creeme puede ser peor—deja de esforzarse— te dejare si prometes hacer silencio y limpiar la cocina. Tu solo —protesto— ¡Yo pediré el desayuno!  —no lo convencía— Limpiare los platos después de desayunar ¿Está bien? —negó— ¿Te olvidas quien es el adulto aquí? —me mordió la mano y  lo solté— ¡Auch!

— Está bien pero también tendrás que convencer a mamá que no me prohibirá ver televisión. Más bien que se olvide del castigo que tú mismo me pusiste.

Que cab..

¡Es un niño!

¡Pero lo es!

Además, yo mismo le he puesto ese castigo

— Está bien. —no será tan difícil.

Eso espero.

— También...

— No. Ya es suficiente.

— No hay trato.

— Pues veremos la pared blanca.

— Yo iré a la escuela así que el único que vera la pared blanca será otro.

Traidor.

— ¿Que más?

Cómo has caído.

Cállate

— le dirás qué lo siento mucho. Y que no me castigue la siguiente semana.

— A no, no, no, —el se encogió de hombros.

— Es el trato.

— te das cuenta que lo del desayuno nos beneficia a los dos ¿Verdad?

— Es el trato.

Genial, chantajeado por un niño.

No me puedo creer que lo vaya hacer.

— Tu ganas.

— Siempre lo hago

—¿Que dijiste?

— Nada.

Mentiroso convulsivo.

El siguió como si nada limpiando la cocina.

¿En qué estaba pensando cuando dije que si?

Si ni cocinar se.

¡Ni mucho menos se hacer café!

Salí de la cocina, con ese niño no se sabe si en vez de guardar el cuchillo con las cucharas me lo clave a mi.

Pedí el desayuno y que quede claro que no le tengo miedo a Ale.

«donde se les queme será mejor que se escondan»

La Adopción CorrectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora