Perfect Souls (Borrador)

Capitulo 20

VICTORIA

Abro los ojos lentamente y siento mi cuerpo menos pesado, me adapto de nuevo al entorno y me doy cuenta de que Mark no esta por ningún lado. Cierro los ojos con fuerza para luego volverlos a abrir, bostezo antes de incorporarme y estirarme. Carajo, el sexo de anoche fue genial pero me dejo cansada asi que gracias a eso pude dormir como bebé. Salgo de la cama y recojo mi vestido y mi brasier para poder vestirme de nuevo.

Estoy a punto de buscar mis bragas y mis zapatos hasta que me acuerdo de donde me los quito cierta personita. Salgo de la habitación y un delicioso aroma inunda mi nariz asi que lo sigo sin dudar. Al llegar a la cocina que es de donde proviene el aroma me detengo en seco al ver a Mark en un pantalón de algodón y sin playera, su cabello rubio esta desordenado y no puede verse mas guapo, creo que de cierto modo me esperaba encontrármelo asi pero lo que me sorprende es que este cocinando, se supone que los hombres no pueden hacer eso, solamente es para mujeres.

Me acerco a el y le toco con un dedo la espalda haciendo que gire su cabeza notándome, me repara de arriba hacia abajo y regresa su vista a los sartenes para que no se queme lo que sea que este preparando.

—Sabes, usualmente luego de una sesión de sexo o al siguiente día las mujeres suelen ponerse algo mío no su ropa—me dice y yo sonrió poniéndome al lado del horno para que me pueda ver y yo a él al rostro.

—Discúlpame por no ser como las otras con las que te acuestas

—Sabia que serias rara y para nada común

Niego con la cabeza y veo que esta haciendo panqueques.

—¿Dónde aprendiste a cocinar?—le pregunto

—Cuando estuve en Always Correct claramente estuve solo asi que tuve que aprender a cocinar

—Sabes que la regla es que los hombres no se acerquen a la cocina al menos que sea completamente necesario

—Te dije que estuve solo asi que...

Lo interrumpo—Lo escuche pero eres un Campbell, creí que el alcalde te iba a poner diez mil sirvientas

El ríe levemente y apaga el horno—Es lo que iba a pasar pero le pedí que me dejara un poco a mi suerte

—Admirable pero estas rompiendo todo el sistema Mark Campbell

—Si y ni siquiera lo pretendo

—Y al parecer tampoco te importa

Se encoge de hombros y me entrega un plato con panqueques

—Come

Recibo el plato y me dirijo al comedor con Mark detrás de mi, nos sentamos y el me entrega cubiertos.

—Gracias

—Para servirte Victoria

Comenzamos a desayunar en un silencio cómodo.

—¿Cómo te sientes?—me pregunta

—¿Qué es lo que quieres saber Mark? ¿Cómo me siento ante tu follada o como me siento al acostarme con un Campbell cometiendo mas de cinco pecados?

—Creo que ambas

—Para subirte el maldito ego, excelente follada Mark y respecto a eso me iré a confesar con el padre en la tarde y pediré perdón a dios

El suelta un bufido—Gracias por el cumplido y que vayas hacia la iglesia no regresara el tiempo

—Pero aun asi lo hare

Continuamos desayunando y al terminar de comer levanto los trastes para poder lavarlos ya que de algún modo me siento mal de no hacer nada. No estoy acostumbrada a eso. Mientras lavo los trastes siento las manos de Mark en mis caderas y luego suelto un jadeo al sentir su miembro en mi trasero comenzando a endurecerse.