Capitulo 32

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Abro la puerta de mi casa agradeciendo que todos están en alguna parte de la casa asi que nadie se da cuenta de mi llegada, subo rápido a mi habitación y escondo los libros donde esta la carta de mi tío. Lo que leí me dio una mejor perspectiva de demasiadas cosas y creo que me dio valor de demasiadas otras. Una vez todo guardado estoy lista para quitarme la ropa pero me doy cuenta de que hay un sobre en mi cama asi que me acerco a abrirlo.

El sobre por fuera no tiene nada escrito pero por dentro tiene una simple nota.

Ven a la iglesia a las 11 de la noche

Y eso es todo. Pareciera que este día no acaba. Checo el reloj y faltan dos horas para ir asi que decido que lo mejor será bajar a cenar. Una vez en la cocina veo a Isabela cocinando.

—¿Qué preparas linda?—le pregunto para luego darle un beso en la sien

—¿Me estas olvidando?—me pregunta seriamente y yo la miro desconcertada

—No preciosa, ¿Por qué lo dices?

—Te estas alejando de la familia. Te estas alejando de mi—me mira a los ojos con severidad y yo no encuentro una perfecta excusa ante eso

Es la verdad, creo que desde que leí la carta de mi tío me eh alejado y me eh estado encerrando en mis crisis. Deje de lado a mi hermana y se podría decir que la pequeña vida social que tenia, no eh salido con Paul, ya no paso tiempo con mi hermana y siendo honesta creo que me estoy alejando de Mark y Steve aunque no se si eso les importe a ellos o sea esencial para ellos.

—Linda, yo…

—Solo déjame en paz Victoria, al parecer eres experta en eso últimamente—me dice con molestia y decepción haciendo que eso se sienta peor que cualquier daño físico que me han hecho a lo largo de mi vida

Me alejo de ella saliendo de la cocina porque se que si le sigo insistiendo o tratando de convencer de algo solo hare que se enoje mas conmigo y no necesito eso. Sin cenar subo a mi habitación y me encierro ahí las dos horas antes de ir a la iglesia pensando en que hacer para no enloquecer por mis problemas, los del pueblo, las cosas con Mark, no descuidar a la gente que me importa y sobrevivir. Se me esta haciendo de las cosas mas pesadas que creo que me estoy asfixiando.

No puedo con todo a la vez, cada que avanzo en algo y esta bien lo otro se destruye. Me quedo sentada en la cama viendo a un punto fijo y aguantando las ganas de llorar hasta que es hora. Me pongo mi abrigo y salgo de la casa dirigiéndome a la iglesia. Al llegar no se me hace extraño que este abierta y antes de dar un solo paso dentro me percato de la persona que me cito aquí. Esta sentada en primera fila del lado derecho de las butacas y esta sola. Entro por el pasillo que hay entre cada butaca y llego hasta la de enfrente sentándome en la de la izquierda teniendo un pasillo de separación.

No voy a negar que me siento un poco nerviosa por lo que vaya a suceder pero aun asi no me voy a dejar intimidar. Ya no soy la misma Victoria de hace unos meses, ha habido demasiados cambios en mi vida y en mi persona como para volver a ser la chica corderito y sumisa. Me quedo viendo las decoraciones y los artefactos que hay en frente como el espacio para el coro de la iglesia, el padre, los candelabros, la cruz, etc. Tomo una bocanada de aire y hago la primera pregunta.

—¿Para que me citaste aquí y porque a estas horas?

—Creí necesario hablar contigo sobre Mark asi que no vi mejor lugar que la iglesia y mejor hora que las once de la noche donde nadie nos moleste

Rio al escuchar eso—Peyton, ¿Qué rayos tenemos que hablar sobre Mark? No creo tener nada que decirte sobre el

—Quiero que te alejes de el

Perfect Souls (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora