Capitulo 56

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VICTORIA

Abro la sombrilla poniéndola encima de nosotros dos ya que el sol esta pegando algo fuerte y como aun no llegamos a nuestro destino es mucho mejor cubrirnos de el para que no nos de un golpe de calor.

—Dámela, yo la llevo—me dice Sebastián y se la entrego acomodándome mejor en el brazo que esta enganchado al suyo

—¿Estas segura de querer hacer esto?—me pregunta mientras avanzamos

—Si, pero estoy nerviosa

—¿Hace cuanto no ves a Amelia?

—Desde que se me mostro el acta de divorcio

—Entonces si tiene su tiempo

—Si, lo que me preocupa no es e volver a verla si no mas bien la razón por la que nos cito a los dos, tengo algo de miedo de lo que sea que este planeando

—No lo tengas, vengo yo aquí. Puede sonar presumido pero sabes muy bien que mi apellido o yo tienen poder sobre ella

—Te tiene terror, no respeto

—De una u otra forma sigue siendo poder sobre alguien

Lo veo a los ojos que me miran divertidos y niego con la cabeza.

—No importe lo que pase siempre serás un Campbell, tu y Mark tienen sus personalidades pero la sensación del poder les agrada como a cada Campbell, la diferencia es que ustedes mantienen los pies sobre la tierra, sin embargo eso no les quita lo arrogante

—Todo lo que acabas de decir lo tomare como un cumplido

—Es un halago Sebas

Me estiro y le doy un beso en la mejilla haciendo que el me mire con los ojos entrecerrados para luego sonreírme con arrogancia.

—Es la primera vez que me das un beso en la mejilla. Estoy comenzando a creer que tienes una debilidad con los rubios o talvez es que me veo mas guapo que mi hijo

—La verdad es que si

—No te enamores de mi—menciona en tono de burla

—¿Y si eso sucediera fuera tan malo?—pregunto de un modo coqueto

Se le borra la sonrisa y el temor al igual que la sorpresa adornan su rostro haciendo que yo me comience a carcajear.

—No puede ser. Tu…cara fue lo mejor. Ay Sebas, no creí que cayeras ni mucho menos asi de rápido

—Maldición contigo Victoria—menciona aliviado y algo molesto

—No te preocupes. Me encanta tu hijo y no se me dan los mayores. Enserio que me fascino tu cara, debería hacerte pequeñas bromas mas seguido

—No gracias, ¿Sabes que se sintió? La hija de mi mejor amigo y la novia de mi hijo me coqueteo y me dio un beso en la mejilla

—No te coquetee

—Si lo hiciste

—Claro que no exagerado

Pone los ojos en blanco sin decir mas mientras yo solo sonrió sin dejar de caminar a su lado. Dos minutos después llegamos al campo en el que Amelia nos cito. La veo de lejos y me sorprendo un poco al ver el cambio en ella mientras nos acercamos, es ligero pero notable. Sigue usando la misma ropa, ya no trae joyas ni kilos de maquillaje, se ve demacrada y un poco ojerosa, su cabello ya no es largo y le llega tres centímetros debajo de los hombros.

Cuando se percata de nosotros noto cansancio, miedo y nerviosismo.

Amelia, ¿Qué carajo te paso? No lo se sin embargo me iré al mismísimo infierno por alegrarme un poco el verte asi.

Perfect Souls (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora