☆゜・・゜ ・ 6 ・゜・・゜★

461 65 7
                                    

Todas las miradas estaban completamente fijas en los mismos dos globos y en el castaño que los llevaba consigo. Un enorme corazón junto a una estrella, eran los que resaltaban por mucho dentro del parque atiborrado de gente.

Me mordí el labio y me giré, haciéndome de la vista gorda. Sin embargo, no había sido tan excelente idea, pues a donde sea que mirara, todos hacían mención del romántico y guapo joven que se estaba acercando a paso corto a la oficial de seguridad.

Mierda, mierda, mierda.

Los chillidos emocionados de las chicas cercanas se hicieron ruidosos, dejándome en claro que el protagonista del show ya estaba detrás mío. Solté el aire de mis pulmones en un soplido fastidiado, hice presión en mis puños y me giré, formando una mueca que lograra expresar mi odio hacia la humanidad.

-Hola -saludó, deteniéndose a un par de pasos de distancia.

-Hola, ¿te ayudo en algo?

Sonrió con tristeza, bajando la mirada por algunos segundos, mientras aclara la garganta.

-_____, de verdad lo siento, yo nunca quise hacerte daño.

-Choi ya hablamos de...

Lo vi caerse sobre sus rodillas y posteriormente, pegó la frente al suelo. Los globos consiguieron mi estatura y mi cabeza automáticamente se desconectó de mi cordura.

-¡Perdóname, yo te sigo amando, nunca lo dejé de hacer, te extraño, me haces falta!

Una punzada en el cráneo me hizo quejar. Todos los visitantes ahora se acercaban a nosotros y me tuve que aventurar a levantarlo del suelo antes de que la situación se saliera más de control.

-No puedes hacer esto -susurré.

-Perdóname -repitió.

Levanté el índice, indicándole que se callara la boca por un momento. Éste formó un puchero y se quedó quieto, viendo con atención cada uno de mis movimientos. Levanté el walkie talkie, acercándolo a mi rostro.

-Aquí _____, jefe ¿me escucha?

-Fuerte y claro, _____, ¿qué sucede?

-Eh... Tengo un pequeño problema personal, ¿podría adelantar mi hora de comida?

-Está bien, _____, pero no tardes más tiempo del establecido.

-Entendido, gracias.

Llevé el aparato a mi bolsillo. Dediqué una fulminante mirada y ladeé la cabeza, indicándole seguirme.

Por supuesto, era difícil para mí el poder mantenerme tranquila. El corazón me martillaba con ganas y la ansiedad me estaba haciendo temblar las piernas. Me estaba resultando difícil tenerlo cerca, mientras asegura que está arrepentido de sus actos pasados.

Lo guié hasta el almacén de mantenimiento, dónde la área estaba restringida solamente para los trabajadores del parque. Le indiqué avanzar y finalmente pudimos estar en una posición ideal para hablar.

-El jefe no me dio mucho tiempo, así que habla ahora -escupí.

Yeonjun suspiró derrotado. Bajó las emociones exageradas de su rostro y simplemente me miró.

-Quiero arreglar las cosas contigo, quiero remediar lo que hice y no joder lo que teníamos.

-Choi...

-Me dijiste que hablara, permíteme hacerlo -pidió con suavidad.

Formé un gesto con la mano, alentándolo a hacerlo. Atrapó la misma y besó mis nudillos en un movimiento calmoso, que claramente me hizo el estómago explotar.

MR. SUNSHINE || LEE FELIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora